En la tarde de ayer Jueves Santo, varias procesiones se vieron obligadas a detener su cortejo procesional durante más de media hora por la imposibilidad de pasar entre coches «indebidamente» aparcados en la Calle Caño Badillo de León. En realidad, no se encontraban mal aparcados porque no había ningún tipo de señalización que prohibiera el estacionamiento.
Al lugar, acudió la policía local que actuó rápidamente y varias grúas apartaron los coches para que la procesión pudiera pasar de la mejor manera posible. Aún así, los pasos de la procesión tuvieron que hacer maniobras difíciles porque apenas entraban.
Coches y terrazas, cortesía del Ayuntamiento
Al igual que ocurrió con los coches, terrazas de bares se situaban a lo largo del recorrido procesional. Fueron los propios miembros de cofradías quienes tuvieron que adelantarse a la procesión para ir retirando mesas y sillas.
Las diferentes cofradías, aseguran haber presentado la solicitud y los papeles requeridos, en tiempo y forma. ¿Qué habrá pasado con la señalización de esa calle? Sólo sabemos que ayer más de uno, cuando fue a recoger su coche, se lo encontró en la otra punta de la calle.