Las palomas siempre han albergado las calles leonesas desde hace siglos, pero ahora el problema no recae en estos animales, sino en las personas que los alimentan.
En lo que llevamos de año ya ha habido cinco denuncias en la capital de León. El perfil de los denunciados es personas de tercera edad que acuden a espacios públicos, en su mayoritaria parques, y que ya habían sido avisados anteriormente en varias ocasiones.
La multa varía entre los 150 y los 750 euros si la persona es reincidente.
Según señalan, este es uno de los problemas que ha provocado el aumento de las palomas en la capital, junto a las zonas o nichos abandonados en León.
El consistorio puso en marcha el año pasado un sistema de trampas para desalojar a las palomas del centro. Los técnicos retiran las jaulas semanalmente y los animales se destinan a la repoblación de palomares. El ayuntamiento tiene en la actualidad 3 jaulas que espera ampliar a ocho para el próximo año.