El conductor de otro camión de la basura le echó la culpa al propietario del vehículo
El Servicio Municipal de Recogida de Basuras de León hizo saltar las alarmas el pasado sábado, 14 de diciembre, en la ciudad. La Policía tuvo que acudir a la plaza Pícara Justina ya que un camión de la basura que había comenzado a entrar en la plaza había roto un bolardo de la calle. Tras la presencia policial, que tomó fotos del camión y los daños, el vehículo comenzó a retroceder dando marcha atrás, golpeando de nuevo otro bolardo y ante la expectación de varias personas que pasaban por la calle a las 23.45 horas. La intención del camión de la basura era dar marcha atrás para poder continuar por la calle Fuero para dejar entrar a otro camión de la basura, del cual el conductor se había bajado y se encontraba hablando con el compañero.
El propietario del primer coche situado en la calle de entrada a la plaza, antes de comenzar la calle Fuero, se encontraba afortunadamente al lado de su coche y ante la complicada maniobra que el camión de basura pretendía realizar se quedó para comprobar que su coche no sufriera daños. No sólo el, una decena de personas observaban de cerca la maniobra del conductor hasta que todos escucharon un terrible ruido que resonó en la noche leonesa.
A pesar de que el conductor del otro camión de la basura y el conductor del coche se encontraban a un metro del camión y del coche aparcado, el vehículo recibió el impacto rompiéndole el retrovisor y encajando la matrícula entre la carrocería y la llanta. Tras una acalorada conversación del trabajador que conducía y el propietario del coche decidieron llamar a la policía.
Ante la incredulidad de los transeúntes, el conductor del otro camión, trabajador del Ayuntamiento de León, afirmó que el coche «no tenía que estar ahí», a pesar de estar perfectamente aparcado en la zona delimitada por la líneas azules y que el conductor «no estaba bien», a pesar de no estar ni en el interior del mismo.