No es fácil moverse con un carro de bebé. Eso solo lo saben las madres y padres (o quien maneje uno de estos artilugios). Pues hace unos días, una madre con un carro de bebé esperaba el autobús. Era la línea 11 de la capital leonesa. En el momento de la recogida de pasajeros, la madre solicitó al conductor del autobús que le facilitara el acceso con la rampa, algo que él se negó.
La joven insistió y explicó que en otras ciudades sí se hacía. El conductor se mantuvo en sus trece y le insistió que no sacaría la rampa, ya que ésta solo se usa para sillas de ruedas. La mujer no le quedó otra opción que subir (como pudo) al autobús.
Una situación normal al subir al autobús
El hecho ha tenido repercusión en diferentes redes sociales abriendo el debate sobre si estas rampas se deben utilizar para este fin o no. La verdad es que hay muchos más casos como éste, sin ir más lejos mi prima un día de lluvia solicitó que pusieran la rampa y la explicaron que no. Así que subió con carro, paraguas, bolsas de la compra y otra niña pequeña de la mano como pudo al transporte urbano.
Quizá no costaría mucho utilizar estos elementos de los autobuses para facilitar el acceso a quién lo solicite con andadores, carros de bebé y otras situaciones.