Los hermanos Alteiro, Enric Benavent, Adriana Ozores y Fernando Tejero mañana en León.
Una obra basada en los textos humorísticos de Antón Chéjov. Será mañana, a las 21.00 horas.
Argumento de la obra
Un texto escrito por Antón Chéjov (con el pseudónimo Antosha Chejonte que usó durante su juventud) dotado de una ilimitada capacidad de comprensión y una inmensa piedad, convirtió en protagonistas a unos pobres diablos que hasta entonces sólo habían servido de forillo, coro y paisaje de fondo de otros personajes mucho más poderosos; a muchísimos hombres, mujeres, niños y hasta animales, cada uno de ellos con sus mezquindades y sus heroísmos, sus cobardías, sus avaricias, sus ansiedades, sus hastíos, sus enfermedades, sus ilusiones, sus ridiculeces, sus pequeñas osadías y sus grandes arrepentimientos. Y no en bloque, sino (oh genialidad) de uno en uno, como sin duda se merecían; es decir, nos merecemos. De ellos (y de nosotros) trata ‘Atchúusss!!!’.
Es lógico pensar que Chéjov se inspiró en los pacientes que como médico recibía o visitaba para escribir los numerosísimos personajes que imaginó. No es extraño suponer que la primera vez que entró en contacto con ellos fuera en su consulta o en el mismo dormitorio del enfermo.
O sea que en el origen de muchos de ellos es casi seguro que hay una enfermedad. ‘Atchúusss’ quiere unificar esa supuesta enfermedad en todos los que aparecen en el espectáculo…, y ¿hay algo más común que un resfriado? El catarro es, seguro, la enfermedad más humilde y compartida. Es también muy contagioso.
A las muchas debilidades que Chéjov derramó sobre todos esos seres, se le añade una molestia, irrisoria para quienes no la padecen, pero irritante para quienes la sufre. Los personajes, aparte de bregar con sus problemas, deberían acudir a un médico tan comprensivo como lo fue su autor.
Amén de que tras un acto involuntario por nuestra parte, como es un estornudo, cuan vulnerables estamos a las consecuencias que puede abocarnos este acto en nuestro destino… A que tragedias puede arrastrarnos… Cómo explicar que no hay intención política o antisocial en un simple estornudo o una ventosidad… Dios mío, nuestras vidas a merced de…, mejor no pensarlo…
Texto: Digital de León