El pasado mes de diciembre se aprobaron 6 nuevos transgénicos para su comercialización en la Unión Europea. Se trata de cuatro sojas, una colza y un maíz. En total, hay 60 eventos genéticamente modificados, principalmente variedades de soja, maíz, algodón y remolacha de los que mayoritariamente su uso está extendido en piensos y no en alimentos.
Los transgénicos son los organismos genéticamente modificados a los que se les han añadido genes de otra especie. Mientras que los OGM (Organismo Genéticamente Modificado) simplemente se les inhibe o potencia la expresión de uno de sus genes. Por lo que, todos los transgénicos son OGM, pero no todos los OGM son transgénicos.
El pasado mes de diciembre se aprobaron cuatro sojas, una colza y un maíz para su comercialización, lo que hace un total de más de 60 eventos genéticamente modificados en la Unión Europea de los que solo dos variedades de maíz pueden ser cultivadas.
Más en piensos que en alimentos
La aprobación de estos seis nuevos transgénicos incluye uso en piensos y en alimentos, pero en la práctica es casi imposible encontrar alimentos para personas que se hagan con materias primas genéticamente modificadas ya que es obligatorio incluir su presencia en la etiqueta. Sin embargo, si que son ampliamente utilizados en piensos ya que, aunque deben indicarlo en la etiqueta, esa información no transciende a los productos derivados de los animales que han comido piensos con OGMS.
La realidad indica que mientras su uso en pienso está muy extendido y generalizado, en la comida no lo está. Asimismo, aunque se importan desde otros países su cultivo, en la Unión Europea está bastante restringido: solo a maíz y solo en algunos países, ya que otros países no han aprobado variedades para que se puedan cultivar en sus campos. Incluso hay países que han solicitado restricciones geográficas en su territorio para evitar que se produzcan en esas zonas.