Alerta timo con un hombre que finge conocerte en Doctor Fleming Rogamos lectura.
Roberto A. F. de 40 años y vecino de León es el último en solicitar a Digital de León que por favor se haga pública la situación que se está viviendo en la zona de la avenida Doctor Fleming.
Además de esta víctima, otras tres personas han pedido difusión ante la situación que a continuación detallaremos.
Así nos lo ha contado:
La semana pasada, salí de trabajar y para ir a mi casa tengo que pasar por la avenida Doctor Fleming, no suelo tardar mucho pero debido a la lluvia, había bastante retención así que tardé un poco más.
Después de varios «frena arranca frena arranca», justo antes de llegar a la glorieta del Parque de Quevedo (confluencia con el puente de San Marcos y el Centro Cívico), me paro en el semáforo y TOC TOC TOC en la ventanilla de la parte del copiloto y me dicen:
«Hola!!! ¿Qué tal tío??. ¿Sabes quien soy?»
Bajo la ventanilla minimamente que no entraba ni un dedo para oír lo que decía, y ya pensé que sería alguien pidiendo. Le digo que en ese momento no caigo, que lo siento.
Insistió. «Soy el hermano de Jesús, que estudió contigo en el colegio…si hombre si, que jugábamos juntos en el parque de pequeños, no te acuerdas?? ¿Cómo que no?. Anda ya!!».
Yo me acordaba de Jesús, y de que tenía un hermano más pequeño, pero de el concretamente no. También hay que decir que, ¿quién no ha tenido un compañero de colegio que se llame Jesús?. Además entre que era medio de noche, el día oscuro, la mascarilla del chaval y la capucha….
«Oye me acercas ahí un segundín, a San Juan de Dios que con la que está cayendo voy empapado».
En un acto reflejo le abrí la puerta del coche, y juro que según se estaba sentando sabía que la acababa de liar….Lo confirme cuando se quitó la capucha y la mascarilla, le vi las pintas. Y con perdón por juzgar por el aspecto, que peores pintas llevaba yo de trabajar. Pero se le notaba a leguas el tipo de gente que era…
Pensé: «bueno vale, la acabo de cagar pero a base de bien, pero de aquí a San Juan de Dios hay un par de minutos… a lo mejor es verdad y estoy tan empanado que no me acuerdo de el…», añade Roberto.
«Y ¿en qué parque dices que jugábamos de pequeños?»
Total que el tío dándome coba, que si trabajaba, que qué había sido de mi vida. Y me da por preguntarle: «y ¿en qué parque dices que jugábamos de pequeños?».
Se le cambio la cara al pollo…y a mí me entró la flojera intestinal…volví a confirmar que la había liado y me iba a dar el palo fijo, por tonto.
En el último semáforo justo antes de llegar a San Juan de Dios le digo que donde le viene bien que le deje. «Buff tío con la que está cayendo no podrás dejarme en el portal. Está metiéndote por esa calle de la izquierda (calle República de Perú), al fondo».
Al fin mi cerebro fue cuerdo y pensé que «leches». Insisto que no quiero juzgar a nadie, que en todos los barrios hay todo tipo de gente. Pero todos sabemos lo que mayormente hay en esas calles en concreto. Y el aspecto y la forma de hablar del chaval lo confirmaba aún más.
Aorillo en doble fila donde el bar que hace esquina y le digo: «oye mira, no me acuerdo de ti, te he acercado hasta aquí por que está lloviendo a mares, pero tengo que irme a mi casa y por ahí me desvío mucho, si vives ahí, estás al lado».
- Respuesta: «ome no jodas chacho, que está ahí!!».
- Yo: «por eso mismo, porque está ahí y a mi me haces luego dar una vuelta del copón».
- Respuesta: «Vale chacho, no sé que te costaba… oye una cosa…»
- Yo: «si me vas a pedir dinero, no llevo nada encima vengo de trabajar».
- Respuesta: «solo 10€, ¿me los puedes dar?».
- Yo: » no, bájate del coche».
- Respuesta: «venga payo, diez euritos»
- Yo: «bájate del coche por favor».
Y se bajó acordándose de toda mi familia y bajando a todo el santoral del cielo, creo que casi no le dio tiempo a cerrar la puerta, que salí de allí como los «mistos». Al final no pasó nada…pero vamos…suerte.
Todas las versiones coinciden
Después de leer el relato de este joven de León, que coincide con el de las otras tres personas que nos lo hicieron llegar, y de las cuales una de ellas también llegó a subir a esta persona en su coche. Por esa razón comprobamos que todo coincidía y no se trataría de una casualidad o un bulo.
Efectivamente entre las 20:00 y 21:00 horas hay una persona de estas características en ese semáforo acercándose a los coches mientras está en rojo. Toca en la ventanilla del coche que elige con la mejor de sus sonrisas y de la forma más amigable. Sin embargo Digital de León no fue testigo de verle subir a ningún coche.
Datos de la persona que frecuenta Doctor Fleming
- Varón de unos 35 años
- 1.80 cm de altura aproximadamente
- Complexión delgada-normal
- Pelo moreno corto y ojos marrones
- Tez morena
- Chaqueta azul oscuro y deportivas con detalles rojos
- A las cuatro personas las paró en el mismo semáforo de Doctor Fleming, preguntando por Jesús
Los cuatro conductores coinciden en que a todos les hablaba de Jesús y además que:
«Hablaba con tanta naturalidad, hasta como que le hiciese ilusión verme» añade la persona que también le llevo a San de Dios y le pidió diez euros.
«No llegué a subirle desde luego. Pero fui todo el camino hasta el Centro Comercial pensando en quien era. Me habló tan natural y con confianza que ¡hasta me quería sonar!. Pensando a ver si le iba a conocer de verdad y le dejé ahí al pobre…».
«Desde luego, no le subí porque me dio mala espina, pero no por nada. Sino porque pensé en el coronavirus…pero vamos…que sino probablemente le había llevado».