La justicia española permite que Iñaki Urdangarín pueda escoger la prisión que más se adecúe a su estatus como personaje Vip. No hay que olvidar que se trata del yerno del Rey emérito D. Juan Carlos y esposo de su «hija preferida».
Existen en España cuatro prisiones lujosas, como si de hoteles de cinco estrellas se tratara. Desde aquí vamos a contar cómo son por dentro.
Si Cristina tomara la decisión de irse a Lisboa esta prisión le quedaría muy «a mano». Aunque, según las últimas noticias, es muy difícil que abandone Ginebra ya que allí tiene garantizada una intimidad que no disfrutaría en España.
Esta cárcel es una de las menos masificadas y conflictivas, pero… «las duchas son comunes» y Urdangarín tendría que dormir en una litera. No creo que ésta sea la elegida.
Situada en el País Vasco francés, donde nació y vivió Urdangarín y donde sigue viviendo su familia. Aún en el caso de que Cristina siguiera en Ginebra ésta sería una opción cercana.
Conocida como la prisión de «los arrepentidos de ETA», es una cárcel «moderna», construída en el 2011. Está considerada como una de las más «lujosas» de España, y no es para menos.
Para empezar las celdas son más grandes de lo habitual, unos trece metros cuadrados. Su diseño tiene el estílo nórdico y está equipada con las últimas tecnologías:
Así a bote pronto…, muy mal no pinta.
Ha pesar de ser una prisión de mujeres hay un módulo masculino que lleva un año en desuso y que, casualmente, han comenzado a adaptar para la llegada de Urdangarín.
No se conocen más detalles sobre sus instalaciones…
Conocida como «cárcel vip», está a unos cuarenta kilómetros de Madrid y es donde terminan muchos de los que entran en la Audiencia Nacional.
Cuenta con mil celdas con baño propio que dejan abiertas durante todo el día. Los presos más habituales son banqueros, políticos y empresarios.
Han disfrutado de sus instalaciones personajes como Sandro Rosell, Jordi Pujol Ferrusola o Luis Bárcenas.
Tampoco sería mala opción ya que está a medio camino entre su casa materna y Ginebra. Se construyó hace seis años como referente del nuevo modelo carcelario. Su presentación parecía más la de un hotel de cuatro estrellas.
Ante tales comodidades se desató el escándalo. La responsable de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, tuvo que salir a dar explicaciones: «No se trata de una piscina recreativa, sino de que los reclusos puedan hacer ejercicio como cualquier persona».
Su defensa a las pantallas de plasma: «Teniendo en cuenta el elevado número de horas que pasan los presos en la celda…». El valor de los televisores alcanzaba los cien mil euros.
Tres de los cinco miembros de La Manada estuvieron aquí internados. Sus días transcurrían entre charlas, partidos de fútbol sala y gimnasio. Uno de ello perdió treinta kilos durante su estancia.
Tendría como compañero al expresidente balear Jaume Matas, amigos y socios de correrías.
Ésta es todavía más especial. Hay módulos que permiten a los presos convivir con sus parejas y niños de hasta tres años de edad.
Es un centro penitenciario moderno, hay más celdas que internos y no tiene listas de espera.
El Estado paga unos 1.800 euros al mes por cada interno en concepto de manutención, seguridad, limpieza o medicamentos. Además hay que tener en cuenta que algunos reclusos cobran más de 400 euros al mes por sus labores.
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