Los cambios de la Ley de Vivienda que afectan tanto a propietarios como a inquilinos
Encontrar una vivienda se ha convertido en una ardua tarea, sobre todo por el gran incremento en el precio del alquiler estos últimos años, que hace insostenible la situación para muchos, obligando a mucha parte de la población más joven a tener que buscar otras alternativas, como quedarse en casa de sus padres sin poder independizarse o tener que convivir con otros compañeros de piso. Con la nueva Ley de Vivienda, se pone el foco en buscar una alternativa que ayude a paliar la alta demanda y evite los abusos entre los propietarios.
Una de las reformas más comentadas es la limitación de la subida del precio del alquiler en un 3% como mucho hasta el 2024, de modo que no se podrá aumentar esta ganancia sin causas justificadas. No obstante, si el propietario está creando un nuevo contrato con un inquilino diferente, puede proponerle el precio que considere, dentro del margen propuesto según la zona y determinado por El Gobierno. Este tope impuesto pretende frenar los excesos y delimitar un rango de acción que beneficie el sector del alquiler.
Por otra parte, la Ley de Vivienda esclarece que algunos de los gastos del inmueble que antes corrían a cuenta del inquilino, ya no podrán ser cobrados de igual forma. Los propietarios serán los encargados de pagar los honorarios establecidos al firmar un contrato, por lo que el pago de un mes extra por agencia será eliminado, y tampoco se les podrá exigir el abono de las tasas municipales o de la comunidad.