A partir del año 2030 la ley prohibirá vender o alquilar el 80% de las casas del parque inmobiliario de España
El mercado inmobiliario español se enfrenta a un desafío sin precedentes, ya que, para el año 2030, al menos el 80% de las viviendas no podrán ser vendidas ni alquiladas debido a una nueva normativa europea que exige una calificación energética mínima de E. Este requisito afecta a una gran cantidad de viviendas en España, cuyo parque inmobiliario se caracteriza por su elevada antigüedad, con una media de 43,5 años para las viviendas usadas.
Esta medida, destinada a promover la eficiencia energética, plantea graves consecuencias para el mercado. Por un lado, se prevé una paralización de las operaciones de compra y alquiler en España, lo que podría provocar una reducción en la oferta y un aumento en los precios de la vivienda. Por otro lado, se espera un aumento significativo en la demanda de reformas para adecuar las viviendas a los nuevos estándares, lo que podría desencadenar un boom en el sector de la construcción y la renovación.
Ante este escenario, muchos propietarios se verán obligados a realizar inversiones para mejorar la eficiencia energética de sus viviendas, lo que podría requerir el apoyo tanto del sector público como del privado. En definitiva, el mercado inmobiliario español se enfrenta a una transformación radical en los próximos años, con importantes implicaciones económicas y sociales.