Las empresas estarán obligadas a dar de alta en la Seguridad Social a los estudiantes en prácticas desde enero de 2024
La reforma en las pensiones ha traído consigo un cambio significativo para los estudiantes en prácticas. A partir del 1 de enero de 2024, será obligatorio cotizar a la Seguridad Social durante las prácticas formativas, tanto si son remuneradas como no.
Si bien las prácticas han sido una oportunidad para que los estudiantes apliquen sus conocimientos en entornos laborales, no implicaban cotización a la Seguridad Social hasta ahora. La nueva normativa, que inicialmente se planeaba implementar el 1 de octubre de 2023, se ha postergado para permitir la adaptación de centros educativos y empresas.
Esta medida abarca tanto a estudiantes universitarios como a aquellos de formación profesional, siempre y cuando no se realicen en el régimen de formación profesional intensiva. Los becarios se asimilarán a trabajadores por cuenta ajena en el Régimen General de la Seguridad Social, pero estarán excluidos de la protección por desempleo, el Fogasa y la Formación Profesional.
En el caso de prácticas remuneradas, se aplicarán reglas específicas de cotización basadas en los contratos formativos en alternancia. Sin embargo, tanto las prácticas remuneradas como las no remuneradas quedan excluidas del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).