Los nuevos brotes de viruela del mono en Barcelona han hecho declarar la emergencia sanitaria
La Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) ha declarado la presencia de un brote de viruela del mono en la ciudad, registrando seis casos detectados durante los meses de julio y agosto. Aunque los casos parecen estar desvinculados entre sí, las autoridades están investigando la posibilidad de transmisión comunitaria. El aumento de casos ha llevado a una mayor alerta y a la toma de precauciones para evitar una propagación más amplia.
La viruela del mono ha resurgido con fuerza en Barcelona, donde la Agència de Salut Pública ha confirmado la existencia de un brote con seis casos identificados durante los meses de julio y agosto. A pesar de que estos casos parecen no estar relacionados, las autoridades están considerando la posibilidad de que haya transmisión comunitaria en curso.
Según la Agència de Salut Pública, al detectar un número específico de casos de ciertas enfermedades transmisibles, se considera automáticamente como un brote. Como parte del protocolo habitual, se ha informado a la Subdirección General de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salud Pública (SGVRESP) de la Agència de Salut Pública de la Generalitat y se ha notificado al sistema sanitario para mejorar la detección temprana.
Aunque las posibilidades de que se produzca un brote similar al del año pasado son consideradas remotas por las autoridades, se han establecido precauciones adicionales para evitar una mayor propagación de la viruela del mono. Jacobo Mendioroz, subdirector general de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salut Pública de la Generalitat, confirmó que cuatro de los seis casos se han detectado en agosto.
Cabe recordar que en el 2022, Cataluña enfrentó un brote importante de viruela del mono, confirmando más de 2,000 casos y administrando cerca de 9,700 vacunas en toda la región. Los brotes anteriores se relacionaron principalmente con el contacto íntimo con parejas sexuales.
La viruela del mono se transmite principalmente a través del contacto directo y cercano con lesiones cutáneas o costras, así como por el contacto con ropa o sábanas utilizadas por personas infectadas. También puede propagarse mediante la saliva y secreciones de las vías respiratorias de individuos con erupciones de la enfermedad.