La joven en coma inducido por problemas en intervenciones estéticas ha muerto este sábado
Las operaciones siempre tienen un índice de peligrosidad por muy fácil que parezcan. El pasado mes de abril, una joven de tan solo 34 años, decidió entrar a quirófano para «arreglarse» de forma estética. Esta práctica no es poco habitual, en España se registran una media de 400.000 intervenciones de carácter estético al año, cosa que está muy regularizada como para considerarse operaciones de bajo riesgo en muchos casos. No obstante, por muchas veces que se realicen, siempre hay una posibilidad de que el cuerpo no lo acepte o surgían otros problemas como el que le pasó a Silvia Idalia Serrano.
Esta joven había ido a un centro de estético, la clínica CEME (Centro Europeo Médico Estético), donde se habría realizado un total de 3 operaciones a la vez. Los que la intervinieron alegan que todo salió bien y que no presentaba complicación alguna tras la finalización, pero Silvia al día siguiente comunicó que sentía gran dolor que la clínica tomó como normal. Sin embargo, no era algo tan común como suponían, de modo que tuvo que ser trasladada de urgencia a la UCI del hospital La Paz, lugar donde la diagnosticaron una infección grave, a lo que los médicos trataron imponiendo un coma inducido con el fin de tratar de mejorar la situación.
Desde abril se quedó en este estado, hasta hace un par de semanas, cuando la joven despertó notándose mucho mejor, cosa que no duró mucho y que lastimosamente, este pasado fin de semana, las secuelas de tal infección acababan con su vida. El caso está en manos del Juzgado de Instrucción de Madrid para investigar si fue por negligencia médica que ella cogiese una bacteria en la camilla que la habría llevado a su muerte.