La mascarilla deja de ser obligatoria en centro sanitarios y en cualquier espacio público
Tras tres años de su implementación obligatoria en la vida social, la mascarilla deja de ser un requisito en todos los espacios públicos. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó hoy el decreto aprobado por el Consejo de Ministros, marcando el fin de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. A partir de este miércoles día 5 de julio de 2023, aquellos que visiten hospitales, residencias de mayores o acudan a la farmacia ya no necesitarán llevar puesta la mascarilla. Sin embargo, aunque la normativa ha sido levantada, aún existen recomendaciones y medidas de precaución a seguir para proteger a la población.
Recomendaciones para las administraciones y la ciudadanía:
El Real Decreto publicado en el BOE elimina las mascarillas y establece una serie de recomendaciones dirigidas tanto a las administraciones estatales y autonómicas como a la ciudadanía en general. Estas recomendaciones buscan fortalecer la respuesta frente a futuras emergencias sanitarias y mantener la protección de la población vulnerable. Algunas de las principales recomendaciones incluyen:
- Proteger a la población vulnerable: Aunque la mascarilla ya no es obligatoria, se insta a la ciudadanía a seguir utilizando medidas higiénicas y mascarillas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria, con el fin de proteger a aquellos más vulnerables.
- Fortalecer la vigilancia integrada de infecciones respiratorias agudas: Es necesario mantener un sistema de vigilancia que permita una respuesta rápida y oportuna frente a eventuales emergencias sanitarias. Esto implica un seguimiento constante de las infecciones respiratorias tanto en atención primaria como hospitalaria.
- Promocionar la vacunación: La vacunación contra la COVID-19 y otros microorganismos causantes de infección respiratoria sigue siendo fundamental en esta nueva etapa. Se alienta a la ciudadanía a recibir las vacunas pertinentes para protegerse y contribuir a la inmunidad colectiva.
- Fortalecer el marco estratégico de preparación y respuesta: Es esencial contar con un marco sólido que permita una preparación y respuesta efectiva frente a futuras emergencias sanitarias. Esto implica fortalecer los recursos humanos, las capacidades de respuesta y la resiliencia de los sistemas sanitarios.
- Mantener la reserva estratégica sanitaria: La pandemia dejó en evidencia la fragilidad de las cadenas de suministro global. Por lo tanto, es importante mantener una reserva estratégica de recursos sanitarios y disminuir la dependencia del exterior.
- Mantener los mecanismos de gobernanza compartida: Para abordar de manera efectiva las crisis sanitarias, es necesario mantener mecanismos de gobernanza compartida entre las diferentes administraciones y actores relevantes.
La eliminación de la obligatoriedad del uso de mascarillas en todos los espacios públicos marca un nuevo capítulo en la lucha contra la COVID-19. Aunque esta medida refleja un avance significativo, es importante mantener la cultura de responsabilidad individual y seguir las recomendaciones emitidas por las autoridades sanitarias. La protección de la población vulnerable, la promoción de la vacunación y la preparación ante futuras emergencias sanitarias son aspectos clave para enfrentar los desafíos que puedan surgir en el futuro. La sociedad ha demostrado su capacidad para adaptarse y responder, y es esta misma determinación la que nos permitirá superar juntos cualquier obstáculo que se presente en el camino.