La vida de Letizia Ortiz no ha sido fácil desde que se anunciara su compromiso con don Felipe VI. Especialmente hostil con ella ha sido don Juan Carlos. Ahora, doña Letizia ha encontrado la ocasión que hace años esperaba para vengarse de su suegro.
Letizia en peligro
Tampoco debe la reina Letizia vanagloriarse de estos tiempos convulsos que vive la institución. Puesto que ella es otra de las damnificadas de las grabaciones que el ex comisario Villarejo tiene en su poder. Con ellas intenta conseguir su libertad. Su deseo, tirar a dar a la primera familia del país. Sin duda, un asunto muy complicado y que obliga al director del CNI a salir a la palestra para dar explicaciones sobre la cuestión.
Hasta el momento, la reina Letizia se sentía a salvo de la quema. Creía que los escándalos eran cosa de otros miembros de la familia de su marido. Sin embargo, todo ha cambiado desde que se conociera que ella ha sido grabada hablando de cuestiones de alto voltaje con su gran amigo Javier López Madrid, según información publicada y certificada por la policía a Informalia. Se da la circunstancia de que Javier ha sido imputado en diferentes causas por corrupción. Cuando aparecieron las primeras acusaciones, la reina le envió un mensaje de apoyo.
El apoyo de los reyes
El mensaje que dejó al descubierto a doña Letizia rezaba así.
“Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)”.
Por su parte, Javier López Madrid contestó así a la soberana.
“Os lo agradezco mucho. En el futuro extremaré el cuidado, vivimos en un país muy difícil y seré aún más consciente de mi conducta”.
El rey Felipe VI también entró en escena en esta conversación a tres para expresar lo siguiente.
“Me uno al chat, pero prefiero tener un rato para charlar sin intermediación electrónica ni telefónica. Comemos mañana? Abrazo”.
La camaradería entre el rey Felipe y doña Letizia con Javier López Madrid era mucha. Compartían clases de yoga, de ahí lo de compi yogui, cenas, comidas y ratos de ocio. Sin duda, momentos donde los reyes se mostraban tal cual son. Javier supo ganarse su confianza hasta tal punto que la reina se abrió a él para comentarle ciertas cuestiones. Incluso alguna, de hacerse públicas, no la dejarían en demasiado buen lugar, ni a ella ni a la monarquía.
Lo de las grabaciones tiene a doña Letizia en un sin vivir. En otras ocasiones ha corrido información sobre ella que no ha llegado a publicarse. Sin embargo, ahora nadie puede asegurar que las cosas continúen igual. Por otro lado, este asunto la coloca en una posición muy difícil. Si hasta ahora podía jactarse de que no se metía en líos, se ha dado la vuelta a la tortilla. Su incontinencia verbal puede ser objeto de graves problemas para Casa Real.