“Mi hija sonríe desde el cielo”. Así se pronunció ayer al mediodía a la salida de los juzgados de Santiago un satisfecho Juan Carlos Quer, el padre de Diana, la joven a la que mató en el 2016 en A Pobra do Caramiñal José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle , a quien el jurado acababa de declarar por unanimidad culpable de los delitos de detención ilegal , agresión sexual y asesinato.
Quer consideró que se le ha hecho justicia a su hija. Presentó el veredicto como un triunfo de su causa en pro de la no derogación de la prisión permanente revisable, pues el fallo del tribunal popular permite que la sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña pueda dictar ahora, cuando elabore la sentencia, la pena máxima.
Tras la modificación introducida en el 2015 por la mayoría absoluta del PP y pendiente todavía del pronunciamiento del Tribunal Constitucional, en el artículo 140 del Código Penal se establece que el asesinato será castigado con prisión permanente revisable cuando “el hecho fuera subsiguiente a un delito contra la libertad sexual que el autor hubiera cometido sobre la víctima”. Y la agresión sexual, recogida en el artículo 178, está incluida en el apartado dedicado a los delitos contra la libertad sexual.
El estado en el que fue hallado el cuerpo de la víctima en un pozo de agua, unos quinientos días después del crimen, impidió que se pudiese documentar una posible violación. Y en efecto el jurado consideró en su veredicto que no se trata de un hecho probado. Pero sí sostiene demostrado que hubo una agresión sexual, debido a la desnudez del cadáver, el traslado de la joven a la solitaria nave del municipio de Boiro y por el uso de una brida para retenerla, sin que se aceptase la versión de Abuín de que la mató sin querer.
De este modo prosperan las tesis de la fiscal Cristina Margalet y el abogado de la acusación particular de la familia Quer, Ricardo Pérez Lama. En el veredicto se señala que Enrique Abuín abordó a Diana Quer con la intención de cometer una agresión sexual, para lo que la aturdió, inmovilizó y trasladó a la nave de Asados, donde realizó con ella “actos de contenido sexual” que no fue posible precisar. Finalmente, según el relato del fallo del tribunal popular, para ocultar ese delito la mató alevosamente, al estrangularla con una brida. Después arrojó el cuerpo al pozo y lo tapó.
El veredicto se pudo emitir ayer en un segundo intento, después de que el viernes el presidente de la sala, Ángel Pantín, lo rechazase. Consideró que contenía errores y posibles contradicciones, además de existir una falta de fundamentación en las respuestas a la serie de preguntas que se le planteó al jurado. Sus miembros continuaron su deliberación ayer por la mañana. Más tarde el juez, después de consultar con las partes, aceptó el texto.
Tras el fallo, la Fiscalía y la acusación particular se reafirmaron en su petición de prisión permanente, sin que admitiesen modificar su posición por el hecho, reconocido por el jurado por una mayoría de cinco contra cuatro, de que se reconozca el atenuante de la confesión del .
A la espera de la sentencia, el caso de Diana Quer alimenta el debate de la prisión permanente revisable, de la que su padre se ha convertido en uno de sus principales defensores, pues llevó al Congreso más de tres millones de firmas en pro de su vigencia.