Al grupo criminal que se dedicaba a robar en domicilios se le atribuyen 16 robos por toda España
A 8 de febrero, uno de los grupos criminales más buscados de España ha sido detenido en Cataluña tras más de 3 meses en busca y captura donde la Guardía Civil y la Policia Nacional de diferentes provincias españolas no lograron darles «caza». A dicho grupo criminal, al cual pertenecían como mínimo 8 delincuentes, se le han atribuido 16 robos con fuerza en las provincias de Barcelona, Tarragona, Lleida, Burgos, Segovia, Toledo y Madrid.
El grupo criminal desmantelado por la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra comenzó a delinquir en el mes de septiembre donde realizaron el primer robo con fuerza en Tortosa, un municipio perteneciente a la provincia de Tarragona. Más adelante, los agentes que llevaban el caso fueron conscientes de que dicho grupo criminal no solo actuaba en Cataluña, si no que también lo hacían fuera de tierras catalanas. En Madrid solían actuar en la zona del Puente de Vallecas, actuando con diferentes vehículos para que los cuerpos de policía no les pudieran seguir la pista.
Modus operandi del grupo criminal
Los delincuentes seguían un modus operandi un tanto peculiar. Tan solo actuaban de forma diurna, con un horario que iba desde las 09:00 a las 14:00 horas, desplazándose como mínimo tres personas con dos vehículos diferentes en cada actuación. Cuando llegaban al lugar donde iban a actuar, uno de los ladrones entraba dentro del domicilio elegido con la cara tapada mientras los otros dos controlaban la zona para comprobar que no aparecía ningún tipo de policía, ni Local ni Nacional.
Cuando ya se habían asegurado de que podían llevar a cabo el robo, lograban entrar al domicilio en cuestión utilizando un destornillador que hacía de palanca para conseguir forzar la puerta y abrirla. Si esta técnica no les funcionaba, trataban de entrar a través de alguna de las ventanas del propio domicilio: en las casas que se trataban de pisos bajos, colocaban el vehículo enfrente de la ventana o de la puerta que fueran a forzar para tapar la visión al resto de ciudadanos del grave delito que estaban cometiendo y lograr salir lo más rápido del domicilio con los objetos de valor sustraídos.
El grupo criminal elegía viviendas donde sabían que había joyas de gran valor, videoconsolas, ropa de marca o relojes que pudieran vender a compradores clandestinos. Cuando actuaban en Madrid contactaban con un negocio de compraventa de oro en el barrio de Usera para que le diera salida a las joyas de gran valor. A través de un gran operativo llevado a cabo por la Policía Nacional tanto en Madrid como en Cataluña lograron desarticular el grupo criminal llegando a comprobar que habían sustraído más de 200 objetos de valor y tenían 7.000 euros en efectivo.
Laura Aller