Los clientes han formado grandes colas y han puesto reclamaciones porque les «quieren hacer usar las cajas automáticas»
El supermercado Lidl se vio envuelto en un ambiente tenso cuando grandes colas se formaron en las cajas, causando malestar entre los clientes. La situación se originó debido a que, según algunos consumidores, la tienda priorizaba el uso de las cajas automáticas en lugar de contar con más cajeros humanos.
El conflicto surgió debido a la presencia limitada de cajeras convencionales, mientras se incentivaba a los clientes a utilizar las cajas automáticas para escanear y pagar sus productos por sí mismos.
Esta dinámica generó descontento entre algunos clientes, especialmente aquellos de mayor edad, quienes expresaron su molestia por la falta de atención en las cajas tradicionales. Algunos individuos, tras haber esperado durante un largo periodo en las colas, presentaron reclamaciones en las que manifestaban su disconformidad por sentirse presionados a utilizar las cajas automáticas.
Varios vídeos capturaron los momentos de tensión y discusiones entre los clientes y los empleados del supermercado, donde se evidenciaba el desacuerdo por la situación, destacando la molestia de aquellos que consideraban injusto el sistema de priorización de las cajas automáticas. Las quejas se centraban en la necesidad de un equilibrio entre la tecnología y la atención personalizada, especialmente para aquellos que preferían el servicio tradicional de cajas con personal.