La app de entrega a domicilio Glovo cambia su funcionamiento para intentar ocultar aun más la relación laboral con sus trabajadores y hace que recaiga la responsabilidad en sus clientes.
Movimiento sorpresivo de Glovo en La Península Ibérica que amenaza con generar una locura en el sector del ‘delivery’. La ‘app’ de entrega a domicilio atraviesa uno de sus momentos más dificiles desde su fundación en 2015. Sigue operando al margen de la ley, tirando de autónomos pese a la prohibición de la ‘ley rider’, y su matriz, la alemana Delivery Hero, ha perdido el 66% de su valor en bolsa desde que se hizo con el 100% de la firma española el pasado 31 de diciembre.
Este movimiento únicamente busca tener menos vinculación con sus socios trabajadores para que no se puedan intervenir sus artimañas legales aun saltándose a la torera la ‘ley rider’.
Glovo acaba de dar un giro radical a su funcionamiento interno, modificando el sistema de facturación para evitar ser acusada de incumplimiento de la ley. El problema es que ese giro hace responsables legales a sus clientes, desde grandes supermercados como Carrefour y cadenas como McDonald’s a miles de restaurantes. Estos negocios podrían responder abandonando el servicio.