Frías, una joya histórica en Burgos, ha capturado la atención mundial como la ciudad más pequeña del mundo. Aunque su población apenas supera los 300 habitantes y su aspecto evoca una aldea medieval, está oficialmente considerada como una ciudad.
Ubicada en la pintoresca comarca de Las Merindades, Frías se destaca por sus encantos únicos y su rica historia. Con solo 32 kilómetros cuadrados de extensión, su pequeño tamaño contrasta con su importancia histórica y cultural.
La distinción de ciudad proviene de su pasado distinguido. En 1202, el rey Alfonso VIII de Castilla le otorgó un fuero real, estableciendo a Frías como un centro comercial y de tránsito vital. Durante siglos, fue un enclave estratégico y un punto focal en el Valle de Tobalina. En 1435, el rey Juan II elevó su estatus a ciudad, un título que ha mantenido hasta la actualidad.
A pesar de las adversidades y los desafíos a lo largo de los años, Frías ha conservado su grandeza y su majestuoso castillo, resistiendo la prueba del tiempo como un testimonio viviente de su pasado glorioso. Hoy en día, atrae a visitantes de todo el mundo que buscan sumergirse en su fascinante historia y disfrutar de su encanto medieval único.
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