Diversas franquicias de comida rápida a nivel mundial se enfrentan a un nuevo reto impuesto por la Ley, que busca evitar el desperdicio innecesario de plásticos, poniendo un especial foco en los sobres de salsas. Desde hace tiempo, los bajos precios de los productos del sector de la comida rápida se han disparado y ya no son como antes, encontrando menús más caros para poder hacer competencia y, a su vez, poder pagar el coste de los ingredientes, que se incrementa desde el origen. No obstante, las autoridades buscan cumplir los objetivos de la Agenda 2030, por lo que buscan reducir la contaminación derivada de los residuos no reutilizables.
El nuevo impuesto para evitar utilizar envases de un solo uso, como los sobres de plástico de las salsas, van a sufrir un cambio muy significativo dentro de poco, haciendo que los establecimientos de comida rápida comiencen a cobrar por ellos. Esta medida es muy valorada por los trabajadores, que expresan que es un acierto; puesto que, diariamente, se tiran miles de sobres que no se utilizan correctamente o quedan inutilizables. Por tanto, este servicio básico, quedará ajustado con un precio fijado que rondará los 0,05 céntimos por unidad, pero se otorgará un sobre al cliente de manera gratuita.
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