Las calderas de gas son un tipo de sistema de calefacción que utiliza el gas natural o gas propano como combustible para calentar agua y proporcionar calefacción a un edificio o vivienda. Estas son comunes en muchos hogares y edificios comerciales debido a su eficiencia y capacidad para proporcionar calor de manera rápida y constante, pero según las nuevas normativas y regulaciones impuestas por la Unión europea, estos sistemas tienen sus días contados.
Con el fin de encontrar y utilizar otro tipo de energías menos contaminantes, se ha puesto el foco en eliminar las calderas de gas de los hogares españoles para antes del año 2035. Los expertos destacan que se genera una gran cantidad de gases que deterioran la capa de ozono y que a la larga producirá consecuencias adversas, de modo que es mejor poner soluciones cuanto antes. Entre las opciones más demandas y recomendadas se encuentran aquellas que se centran en las energías renovables, tales como incorporar paneles solares o utilizar calderas de biomasa, cuyo combustible es menos dañinos para el medio ambiente.
La Unión Europea estima que para el 2028 ya no se puedan poner calderas de gas en las nuevas construcciones y delimita el uso del gas para los dispositivos de aire acondicionado de igual manera. Asimismo, plantea una serie de restricciones y multas para cumplir el objetivo marcado, que se podría extender hasta el 2040 como máximo.
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