Los toros de la ganadería extremeña de Jandilla han imprimido peligro y velocidad, dos características habituales en ellos, al séptimo encierro de San Fermín, en el que un corredor ha resultado corneado, según el primer parte médico.
Un toro negro adelantado desde la cuesta de Santo Domingo ha provocado los momentos de mayor tensión al barrer por la parte derecha del recorrido los corredores que encontraba a su paso llegando a enganchar a uno, al que ha arrastrado unos metros quedándose finalmente con su faja.
Ese mismo astado ha chocado en la curva de Estafeta empotrando a un mozo contra el vallado y cayendo al suelo a continuación lo que ha ralentizado algo su veloz carrera en este tramo en el que la manada se ha estirado lo que ha dejado huecos para que los corredores pudieran lucirse ante las astas.