El efecto opuesto de la tercera vacuna en los jóvenes

El efecto opuesto de la tercera vacuna en los jóvenes, ha sido comentado en unas declaraciones por parte de la inmunóloga África González, que propone primero estudiar la situación de la inmunidad de las personas, frente a la situación actual de generalizar la tercera vacuna para todos, incluso para los más jóvenes. En su participación en la radio, África ha valorado la necesidad de administrar la tercera dosis de la vacuna a las personas entre 18 y 40 años, afirmando que la tercera dosis tiene más sentido, en el caso de las personas de más edad.

Según ha declarado la catedrática de inmunología del Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO) de la Universidad de Vigo, respecto a seguir vacunando a personas sanas, «no es bueno hacerles un refuerzo en muy poco tiempo. Imaginemos un ejercito en el que siempre llamásemos a los mismos soldados a la batalla. Siempre a los mismos. Al final, los agotamos. Y eso ocurre con el sistema inmunitario si no dejamos descansar al sistema inmunitario entre una administración y otra» a lo que ha añadido «puede haber mucha gente joven que haya pasado la enfermedad de forma asintomática y por lo tanto ya tengan esa dosis de refuerzo».

El efecto opuesto de la tercera vacuna, se evitaría con un estudio previo de inmunidad

Según África González, propone que primero se debería examinar cuál es la situación de la inmunidad de los jóvenes, no sólo de sus anticuerpos, también de su memoria celular, es decir de las defensas que nos protegen frente a las enfermedades, para evitar que lo que suceda sea «el efecto opuesto al que buscamos, una disminución de la respuesta en vez de un refuerzo».

«No creo que la tercera dosis indiscriminada sea necesaria. Ni podemos estar activando de forma continua el sistema inmunitario. Las personas que ya pasaron la infección en muchos casos tienen memoria inmunitaria y eso se puede estudiar», ha comentado la inmunóloga.

Según ha explicado, “las dosis muy repetidas y en un intervalo muy corto puede tener un efecto inverso”, por ello considera mejor es dejar pasar un tiempo de 6 mese entre vacunas, ya que los estudios demuestran que tras la infección y las vacunas, la memoria inmunitaria se sigue manteniendo y podemos activar la producción de nuevos anticuerpos.

Mar Morais