El FAPAS lleva casi 10 años fotografiando a los cazadores en Asturias sin que la Administración regional ponga en marcha ninguna contramedida contra la caza furtiva
Desde el año 2013 el Fondo para la Protección de Animales Salvajes, FAPAS, ha captado a muchos cazadores furtivos en el interior del Parque Natural de la Ubiñas poniendo de manifiesto la indefensión de estos territorios emblemáticos de la naturaleza asturiana ante la acción de los cazadores furtivos.
El patrimonio asturiano entre los que se encuentran joyas de la biología como el urogallo o el oso pardo, están en la mira de los cazadores furtivos que están en las montañas asturianas y que deambulan desde hace años con total impunidad por los espacios protegidos.
El actual Gobierno Regional heredó del anterior, la inercia de ocultar la existencia de la caza furtiva, negando la mayor cuando desde la Guardería o el FAPAS se alertaba de la presencia de cazadores que portando artes de caza prohibidas, principalmente rifles con silenciador, eran descubiertos o conocidas sus andanzas por territorios donde supuestamente se debería poner especial atención para proteger la biodiversidad.
El Parque Natural de las Ubiñas en Asturias es posiblemente el área de España con mayor actividad de caza furtiva, cuyos objetivos van de las especies cinegéticas a las protegidas, especialmente al oso. Hay que recordar la desaparición de varios osos sin causas justificadas en el interior de este espacio natural.
FAPAS ha remitido a la Dirección General de Biodiversidad del Principado de Asturias informes relativos a las actuaciones de los cazadores furtivos, sin obtener respuesta alguna. Incluso rechazando con su silencio personarse en procesos judiciales que en la actualidad se están siguiendo en Asturias pro caso de furtivismo.
El Gobierno del actual presidente Barbón, se mantiene por su permanente actitud de inacción, un apoyo tácito a la caza furtiva, enmarcada en el criterio abordado por el Gobierno Regional y sus recursos naturales deben ser gestionados por sus habitantes.
La caza furtiva que en la actualidad afecta a todos los espacios protegidos que están gestionados por el Gobierno Regional que ha alcanzado una intensidad similar a la de los años 80 cuando el furtivismo era una actitud tradicional en el medio rural asturiano, favoreciendo por el desmantelamiento intencionado durante los últimos años de la estructura de vigilancia y control de la Guardería Rural.
El FAPAS también se ha dirigido al Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España para intentar hacerles llegar el informe sobre las actividades furtivas en espacios protegidos. dado que estos territorios están bajo cobertura legal de este Ministerio. Sin embargo la solicitud de la entrevista con la Directora General de Biodiversidad no ha sido respondida.
Resulta evidente que las acciones ilegales sobre los espacios protegidos en este caso el furtivismo con claras implicaciones sobre la conservación de especies en grave peligro de extinción, también bajo la cobertura del Ministerio, despiertan un escaso interés, lo que favorece a los que incumplen las normas.