España entera está conmocionada por el último crimen machista. En esta ocasión ha tenido lugar en Orio (Guipúzcoa). Lo más escalofriante fue la forma del crimen. Habían roto hace tan solo dos días. El se vengó de la peor forma.
El autor del crimen machista de Orio usó una escopeta manipulada para matar a su expareja. Ella le esperaba sentada en un banco él leyendo se acercó con lo que se suponía un regalo. Abrió la bolsa y disparó, posteriormente se suicidó de inmediato. Se acababa de tomar un café. Nadie había notado nada. Ella era Lourdes, él Alberto. Habían quedado para hablar, pero no llegaron a cruzar una palabra
El cruel crimen de Orio
«Ambos eran encantadores» comentan. Todo ocurrió a plena luz del día, a las cinco y media de la tarde en una zona muy céntrica.
El consejero de Seguridad Josu Erkoreka ha comparecido esta mañana para informar sobre la última hora de la investigación sobre este terrible asesinato que ha conmocionado a Gipuzkoa y especialmente a los vecinos de Orio. Erkoreka ha comenzado su intervención hablando de la víctima, María Lourdes del Hoyo, de 50 años y vecina de Orio. Era madre de dos hijos, un chico mayor de edad y una chica menor a los que el consejero ha trasladado «un mensaje de cercanía y solidaridad» al tiempo que ha pedido «respeto para su intimidad».
Se trata de la primera víctima de violencia de género en Euskadi en lo que va de año y según ha explicado el consejero, su nombre no figuraba en los registros de violencia de género de la Ertzaintza.
Erkoreka ha confirmado que el autor del crimen es Alberto Casado, «residente en Zarautz, pero con familia en Orio», lugar donde pasaba la mayor parte del tiempo y donde ayer asesinó a su expareja. El domicilio de su madre está a escasos metros de donde ocurrió todo. No tenía antecedentes por violencia de género. Lo que sí tenía es licencia de armas. Ayer cogió una escopeta de su propiedad y heredada de su padre que había manipulado previamente.
La imagen de los dos cuerpos ensagrentados en un banco ha sacudido España. Al principio la confusión reinó, los vecinos pensaban que había sido una explosión.