Condenan a prisión al marroquí por violar e intentar matar a una guardia civil, condena de 23 años y diez meses, pena que ha sido impuesta por la Audiencia Provincial de Almería. El joven marroquí H.B. de 27 años, agredió sexualmente e intentó matar a una mujer que se identificó, en todo momento, como agente de la Guardia Civil, después de que el agresor se introdujera en su apartamento, ubicado en la costa de Roquetas de Mar.
El acusado ha sido condenado por un delito de allanamiento de morada agravado en concurso medial con el delito de agresión sexual, con penetración agravada por el uso de arma, y del delito de homicidio en grado de tentativa.
Condenan a prisión al marroquí por considerar probados todos los hechos
Además la Audiencia considera probado, que en el momento de ocurrirse los hechos, el acusado se dirigió al domicilio de la víctima, tras haberla vigilado la tarde anterior. Luego utilizando un bloque de hormigón, rompió un cristal para abrir la puerta de la casa. Con un cuchillo en la mano, se dirigió a la habitación donde dormía la mujer, que se despertó y «le dio el alto y se identificó en voz alta como agente de la Benemérita«. El agresor ignorándolo, se abalanzó sobre ella, amenazándola de muerte, sino se callaba, antes de agredirla sexualmente. Allí continuó golpeándola y llegó a oprimirle el cuello «hasta dejarla momentáneamente sin respiración«.
Cuando el acusado se levantó, la víctima intentó escapar de la vivienda sin conseguirlo, ya que fue alcanzada por su agresor, quien la condujo a una playa cercana donde la volvió a amenazarla con una pequeña navaja, para después, taparle la boca y la nariz con arena «para que no respirara«. Dos agentes que se encontraban en aquel lugar, sorprendieron al autor de los hechos, que intentó huir corriendo, aunque pudieron darle alcance.
El acusado declara que estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas
En el juicio el acusado aseguró que en el momento de los hechos estaba «empastillado«y bajo los efectos del alcohol, lo que el tribunal desestima en base a su comportamiento, ya al ser detenido por primera vez «logró desasirse de las esposas, saltó la alambradas y verjas» y lanzó piedras a uno de los agentes, «lo que demuestra que sus facultades intelectivas y volitivas estaban indemnes». También han sido determinante los análisis de ADN, que confirma la versión de la víctima, ya que se hallaron restos orgánicos en las sábanas y otras prendas.
Además en la sentencia se concluye que «No solo la agredió en el interior de la vivienda llegando a dejarla en apnea, sino que, en una inmediata secuencia, la agarró por el cabello y arrastrándola fuera de la vivienda, siguió con su intención, no solo de agredirla sexualmente, sino de acabar con su vida, para ello la golpeó con extraordinaria violencia».
Además de las penas privativas de libertad, la Audiencia impone al acusado una indemnización de 52.129,18 euros, más los intereses legalmente previstos, además indemnizará al agente al que agredió en la cuantía de 150 euros.
Mar Morais