Bernardo Montoya, el asesino confeso de Laura Luelmo, tiene esta mañana una prueba forense en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El asesino confeso de Laura Luelmo ha asegurado que no agredió sexualmente a la joven profesora zamorana, algo que contradice los resultados de la autopsia.
La prueba física, pedida por su defensa, determinará si el acusado del asesinato que conmocionó a todo el país determinará si es impotente sexualmente.
Montoya ha llegado al hospital en un coche de la Guardia Civil y ha sido increpado a su llegada. A pesar de la petición de la defensa de Montoya, los colaboradores aseguran que el código penal refleja que es posible cometer una agresión sexual siendo impotente sexualmente.