De media los precios de las clases prácticas en las autoescuelas, se incrementarán entre 1 y 2 euros por cada sesión.
El precio del combustible se ha disparado en los últimos meses y afecta de manera importante a las autoescuelas, que se encuentran en “situación de emergencia”. La ayuda con la rebaja de 20 céntimos por cada litro de carburante para el consumidor final que entró en vigor el pasado 1 de abril – y que se mantendrá hasta el 30 de septiembre tras ampliarse – apenas ha dejado satisfechos a los usuarios y mucho menos a los propietarios de autoescuelas, a los que les ha afectado mucho la subida del precio de los carburantes ya que están “manteniendo los precios, mientras que el del gasoil se ha disparado”. “Es un desastre total y absoluto”, aseguran trabajadores del sector
Los centros se han visto obligados a subir entre 1 y 2 euros las clases prácticas para poder hacer frente a esa escalada del coste de la gasolina.
La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ya había advertido de que la subida del precio de la gasolina, el gasóleo y el gas, acabaría repercutiendo en el precio del permiso de conducir si la tendencia seguía al alza o no se frenaba.
La organización explicó en un comunicado que la escalada de precios amenaza, de forma directa, la actividad de aquellos que utilizan derivados del petróleo o gas para desarrollar sus funciones, como por ejemplo, el sector de las autoescuelas.
El presidente de CNAE, Enrique Lorca, ha afirmado que si la crisis no se soluciona pronto se verán obligados a incrementar más los precios de los permisos «con el consiguiente impacto en la inflación y en la demanda del propio carné de conducir». Así mismo, ha comunicado que está en peligro la continuidad de muchas autoescuelas y negocios que requieren de conductores profesionales.
En este sentido, la Confederación ha considerado que, «para evitar el colapso y mientras dure la crisis, el Gobierno debe aplicar medidas que palien este duro golpe».
El gasto mensual de combustible de una autoescuela ha aumentado “prácticamente un 50% más”. “Depende del número de vehículos que tenga y de qué tipos de vehículos, porque hay varios tipos: autoescuelas que solamente se dedican al coche y otras que tienen vehículos pesados y ahí el consumo todavía es peor.
«Los 40 – 45 euros que costaba antes llenar un depósito, supone ahora casi los 80 euros”
El precio de las clases ha subido algo, pero desde las autoescuelas aseguran que tendrán que “darle una vuelta” porque con la subida del gasoil es “literalmente imposible”.
Desde las asociaciones de autoescuelas piden al Gobierno que se les trate “como a cualquier profesional del transporte”. “Desarrollamos nuestra labor en un vehículo y el consumo es el mismo que puede tener cualquiera que esté dedicado al sector. Solicitamos al Gobierno que nos haga lo mismo, que nos dé una ayuda”.
También reclaman “Que doten a las Jefaturas de Tráfico del personal suficiente para que nosotros podamos trabajar con normalidad. Somos un sector con posibilidades de trabajar y, sin embargo, la administración no nos permite desarrollar nuestro trabajo porque no nos da posibilidades de examinar a la gente”.
Y es que aparte de los problemas que las autoescuelas tienen con la subida del carburante y la falta de examinadores, también pasan por “un momento complicado con el personal” porque les sucede “como a distintos sectores, que no hay profesionales del sector con los que se pueda contar”.
“El sector del transporte no encuentra conductores, el de la hostelería no encuentra camareros y nosotros no encontramos profesores de formación vial. No hemos tenido que reducir personal en las autoescuelas, pero estamos en una situación muy precaria y muy compleja.
Hay pocos profesores de formación vial porque, llegado el momento, sobre todo en la crisis de 2008, esto se vino muy abajo y tenemos problemas con la administración porque no podemos presentar a los alumnos que podemos formar y, en consecuencia, donde antes teníamos posibilidades de ganar cuatro duros en condiciones, después se vino abajo y se buscaron otros empleos.
Ahora recuperarlos es complicado porque hay mucha gente que está en empresas de transporte de viajeros o de mercancías haciendo sus servicios. Este trabajo es muy duro porque tenemos que estar en horarios distintos a los que normalmente la gente trabaja, buscar el momento que tienen libre, que suele ser por las tardes”, señala.