En España se conservan muchos antiguos asentamientos romanos que nos muestran la influencia romana en la península
Por la Península Ibérica han pasado muchas civilizaciones desde tiempos ancestrales. Sin embargo, pocas han dejado un legado tan extenso como Roma. Desde espectaculares obras civiles a impresionantes edificios militares, estos monumentos romanos se mantienen en pie desafiando al tiempo.
Itálica es una antigua ciudad romana situada en el término municipal de Santiponce en la comunidad autónoma de Andalucía. Fue la primera ciudad romana de Hispania y también fuera del territorio italiano. La ciudad se levantó junto al río Guadalquivir y se convirtió en uno de los más importantes puertos fluviales de toda Hispania. Itálica sigue excavándose. Ya han salido a la luz el anfiteatro, con sus evocadores pasadizos y sótanos, el foro y la calle principal, pavimentada con losas, dotada de anchas aceras y de una cloaca central. También hay ruinas de las casas patricias, con patios dotados de una fuente central y sus estancias decoradas con bellos mosaicos, entre los que sobresalen los denominados El Laberinto, el de Los Pájaros y el de Los días de la semana. El anfiteatro es uno de los más grandes del mundo romano, ya que era capaz de albergar a más de 25.000 personas, aunque la ciudad nunca pasó de los 8.000 habitantes. En la arena se celebraban luchas de gladiadores, simulacros de caza y peleas de animales. Con unos 156 metros de largo por 134 metros de ancho, el anfiteatro fue construido bajo el mandato de Adriano. Las ruinas han sido objeto de visita, admiración y desolación de muchos viajeros que dejaron escrito sus impresiones.
Tarraco fue una antigua ciudad romana. Durante el imperio romano fue una de las principales ciudades de Hispania y capital de la provincia romana Hispania Citerior o Hispania Tarraconensis. La ciudad nace en el 218 a.C. con la llegada de los ejércitos romanos a la Península Ibérica. Tarragona fue obra de los Escipiones. Así lo dijo Plinio tiempo después en el siglo I d.c. La fundación se produjo durante la Segunda Guerra Púnica. Después de una derrota temporal con los cartagineses, Cneo dejó en España una primera guarnición que es la constitutiva de Tarraco, una ciudad con el asentamiento militar en la parte alta y la ciudad en si al lado del mar. El puerto fue una parte importante en la formación de la ciudad. Lo mejor conservado de la época republicana romana es la muralla. Al principio sería simplemente una especie de valla de madera protegiendo el área militar. Tarraco creció muy deprisa y se hizo la más importante ciudad romana junto con Cartago Nova. César le otorgó el título de colonia durante la guerra civil contra Pompeyo. Después de la época prerromana en la visigoda Tarraco siguió siendo un centro muy importante de Hispania.
La muralla romana de Lugo rodea el casco histórico de la ciudad gallega de Lugo. Está muralla llama la atención por que es la única muralla del mundo que se conserva entera por esto es Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Fue construida hace más de 17 siglos siguiendo las directrices de las elegantes obras de Vitruvio, la Muralla de Lugo mide más de 2 km y tiene 10 puertas. Caminar por lo alto de la muralla que en algunos tramos alcanza los 7 metros de ancho. La muralla rodea el corazón de Lugo fundada en el año 15 a.C. por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador de Roma y fue la capital de uno de los tres conventos jurídicos romanos que formaban la provincia de la Gallaecia y se extendía hasta el río Duero. Esta ciudad desempeñaba la función de capital de una región que en esa época era rica en oro. Una vez perdió la función militar ha quedado plenamente integrada en la estructura urbana actual: rodea la ciudad histórica y su adarve es un paseo, o una calle peatonal más, de los que utilizan sus habitantes y visitantes.
Mérida es una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, tanto que fue fundada por los romanos en el 25 a.C. bajo el nombre de Emérita Augusta. Esto la hace un lugar perfecto para disfrutar de las ruinas que forman uno de los mayores conjuntos arqueológicos de España. Algunas de las construcciones que nos podemos encontrar son: El teatro Romano que se construyó entre los siglos 16 y 15 a.C. actualmente todavía encontrarás gran parte de esta infraestructura en pie. En su momento de esplendor albergaba hasta 6.000 espectadores aunque esté no era el edificio que más llama la atención. Otro edificio importante era el Anfiteatro Romano de Mérida fue inaugurado en el 8 a.C. y podía albergar hasta 15.000 personas en las tres zonas de gradas. Esta construcción estaba destinada al ocio, a espectáculos de lucha entre gladiadores, fieras y en algunas ocasiones, entre gladiadores y fieras. El circo romano es uno de los mejores conservados de todo el imperio y también es uno de los más grandes con más de 400 metros de largo por 96 metros de ancho y una capacidad para 30.000 personas. El templo de Diana fue construido en el siglo I d.C. este templo es el único edificio religioso que ha sobrevivido al paso del tiempo en Mérida, su principal era la de culto al imperio y sus emperadores. Estas son algunas de las construcciones que se conservan en Mérida hay muchas más como el Acueducto de los Milagros, las Termas Romanas, La Casa del Anfiteatro y varios bienes como los que se conservan en el Museo Nacional de Arte Romano.
Las ruinas de Baelo Claudia es un conjunto arqueológico de Baelo Claudia. Situado a 20 kilómetros de la población de Tarifa en Cádiz. La ciudad se fundo en el siglo II a.C. y su ubicación, cerca del mar, fue simplemente estratégica. La vida de estas poblaciones alcanzó pleno esplendor entre los siglos I a.C. y II iniciándose su decadencia a partir de la segunda mitad del siglo II cuando sumaron la crisis del siglo III y las incursiones de hordas de piratas fundamentalmente mauritanos y germanos. Aunque experimentó un ligero rebrote en el siglo III, la ciudad fue abandonada definitivamente en el siglo VII. Era una ciudad portuaria dedicada a la pesca y la conserva mediante salazón de atunes, así como a la producción de garum. Estas actividades tenían lugar durante los meses de verano y atraían a la ciudad a numerosos trabajadores temporeros hechos que determina las características de algunos edificios. Desde finales del siglo I su propiedad viene paulatinamente a menos coincidiendo con la crisis en la producción de sus fábricas, las invasiones del Norte de África, los saqueos de las hordas germánicas y un movimiento sísmico que con un tsunami arruina los edificios levantados durante la época imperial.
La muralla romana de Astorga se construyó a finales del siglo III d.C. o principios de la siguiente centuria en el marco de un proceso de fortificación que tuvo lugar en la Península Ibérica y que afectó con mayor intensidad al noroeste hispano. Las causas que motivaron su construcción se asocian a un periodo de inestabilidad vivida en los últimos años de imperio romanos, especialmente originada por las incursiones de los pueblos bárbaros desde el centro de Europa. Tiene una longitud de 2,2 km y abraza un recinto de 26 hectáreas de superficie. Los lienzos de la muralla Asturica se construyeron con dos parámetros de mampostería sin trabajar sobre los que se vertieron sucesivas tongadas de un núcleo de hormigón. La solidez de esta muralla permitió a la ciudad constituir una auténtica plaza fuerte en la Alta Edad Media, durante el avance del reino asturiano hacía el Sur. Tras una serie de intentos infructuosos de asegurara la ciudad, la repoblación efectiva se daría bajo el reinado de Ordoño I hacía el año 853 y parece que después de las campañas de Alfonso III la frontera quedo tan alejada como para que el rey Magno conquistase Astorga como sede de su corte y se enterrase en su Catedral. En lo sucesivo la ciudad sufrirá más que esporádicos episodios bélicos. A finales del siglo X experimenta el asalto de Almanzor que desmocha las torres. A finales del siglo XIII se realizaron varias reparaciones por orden del obispo Nuño, al que se le atribuye una labor constructiva en la ciudad de Astorga, no obstante, desconocemos el alcance que tuvieron estas intervenciones, que pudieron haber transformado sensiblemente el aspecto de la fortificación romana.
El teatro romano de Cartagena es uno de los mayores de Hispania. Fue construido en el 44 a.C. por emperador Augusto y descubierto por casualidad en 1988. Uno de los más destacados restos del asentamiento romano en Cartagena, tenía capacidad para 6.000 espectadores, situándose tres el de Sagunto en uno de los mayores de Hispania. En el año 44 a.C. la ciudad alcanza el rango de colonia romana, recibiendo el nombre de Colonia Urbs Iulia Nova Cartago el emperador Augusto comienza con un plan de romanización y urbanización de la ciudad, dotándola además del teatro con un gran foro. En el siglo III se construyó sobre sus cimientos un mercado columnado asentado sobre la orchestra en el que se emplearon muchos de los materiales del teatro. Con la llegada de los vándalos el edificio quedó deteriorado. Este monumento fue declarado Bien de Interés Cultural en 1999 en la categoría de monumento.
La villa romana de Noheda es un yacimiento arqueológico localizado junto a la localidad española de Noheda, en el término municipal de Villar de Domingo García. Se encuentra en un terreno en ligera pendiente delimitado al sur por el arroyo Chillarón mientras que al norte se ubica el cerro de la Cuesta de las Herrerías y al oeste la carretera nacional N-320. El yacimiento está compuesto por los restos inmuebles de una villa romana. En particular, se han documentado varias habitaciones de lo que sería parte del edificio suntuario del complejo rural tardo romano. La primera sala documentada tiene una planta cuadrangular y presenta tres de sus lados rematados con sendas exedras, mientras que al oeste se ubica el acceso o entrada. En el entorno de estas salas se han documentado otras habitaciones anexas en las que se han recuperado otros restos de pinturas y estucos decorativos. Además se han registrado otro tipo de elementos estructurales y conducciones, así como muchos elementos muebles entre los que destacan fragmentos de esculturas de mármol blanco.
La ciudad romana de Cáparra es de origen Vetón y se convirtió en un municipio de Roma en época de Tito Flavio Sabino Vespasiano, a finales del siglo I. En concreto en el año 74 d.C., Vespasioano le otorga a Cáparra el estatus de Municipium, con lo que sus habitantes pasaban a ser ciudadanos romanos. Formaban parte de la provincia de Lusitania. Se inició así un proceso de romanización que tuvo sus orígenes en razones comerciales y militares, por estar asentada en un lugar estratégico, pero que afectó más tarde a todos los ámbitos de la vida y la cultura de esta comunidad. De los restos que se conservan destaca su impresionante arco, tetrapylum, que quiere decir cuatro puertas. Estaba situado justo en el centro de la calzada romana de la Vía de la Plata, y en el centro de la ciudad de Cáparra. La ciudad tiene una extensión aproximada de 12 hectáreas aunque su muralla abraza un territorio mayor de 16 hectáreas. En cuanto a la organización urbana responde a un planteamiento octogonal cuyo eje principal sería la Vía de la Plata. La calzada de la Plata que atraviesa la ciudad, la proximidad del río Ambroz, su posició dominante en un alto del terreno, con un valle a sus pies, de excelente calidad agrícola y se encuentran en sus aledaños materiales apropiados para la construcción.
Las ruinas romanas de Emporiae en Ampurisa fue una ciudad griega y romana situada en el noroeste de la península ibérica, en la comarca de Alto Ampurdán. Se fundó en el año 575 a.C. por colonos de Forcea como enclave comercial en el Mediterráneo occidental. La salida al mar de Ampurias estaba abierta para todos ya que los íberos se beneficiaban del comercio y deseaban comprar mercancías extranjeras. El interés del comercio hacía que la ciudad íbera fuese accesible a los griegos. El interés por el comercio hacía que la ciudad fuese accesible a los griegos. Más tarde la ocuparon los romanes pero fue abandonada en la Alta Edad Media excepto el núcleo de San Martín de Ampurias, que continúa poblado en la actualidad. Fue presentada en 2002 como candidata a Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.