En medio del vaivén económico y las incesantes subidas de precios que afectan a nuestra vida cotidiana, una cifra que sigue llamando la atención es la de la gasolina que ayer en algunas de las gasolineras había alcanzado los 1,80 euros por litro. Un precio que alarma y preocupa demasiado.
Sin embargo, lo que con franqueza me preocupa y asombra es el no darme cuenta hasta ayer por la tarde que fui a respostar, del elevádiso precio por litro de la gasolina porque la noticia que prima, la tendencia ahora, es el beso de Rubiales.
No quiero ni debo restar importancia al tema Rubiales, pero en mi modesta opinión, ya no charlamos tomando un café sobre precio de la gasolina o de temas económicos que a muchos ahogan, porque estamos ocupados opinando sobre un acto que debe ser juzgado por quien corresponda al margen de la opinión de cada uno.
¿Estamos tal vez prestando atención a asuntos que marcan el rumbo de nuestra sociedad?
Eran las 11 de la mañana cuando parábamos a tomar un café para continuar con los repartos del día. Y como no cabe otra cosa, volvíamos a hablar del beso; sugerencias, indignaciones, opiniones, aprobaciones… infinidad de comentarios en los 30 minutos diarios de café. Y cuando voy a repostar, y veo que la gasolina se ha disparado a 1,80 euros por litro, me quedé con la boca abierta porque no lo sabía, y mi coche personal es de gasolina.
¿Y por qué? ¿ Por qué no lo sabía? Pues sencillo, porque ya no hablamos en el café de estas cosas como antes, porque estamos absortos en un mundo de farándula, de cotilleo, de hablar sobre todo y todos en vez de ver que la gasolina sube, los cereales se han casi duplicado en su precio, que han colocado un nuevo rádar o simlemente que hace un frío a día 30 de agosto y que predicen un huracán en los próximos días.
La educación, la justicia social, la salud y el bienestar son constantes que merecen ser defendidos y promovidos, sin embargo, temas como la economía y la política, no debemos apartarlos ni olvidarlos para quedarnos atrapados en el torbellino de las noticias y tendencias del momento, porque al hacerlo, corremos el riesgo de dejar de lado las cuestiones fundamentales que realmente definen nuestra calidad de vida.
La gasolina a 1,80 euros
Por ello, mientras comentemos, hablemos u opinemos de tendencias, no olvidemos recordar que cosas como el elevado precio de la gasolina a 1,80 euros por litro nos ahoga y eso es también un acto contra las pesonas y su pan de cada día porque con independencia de la opinón que podamos tener sobre el polémico caso de Rubiales, el no poder llenar la nevera como antes, no lelgar a fin de mes o no poder pagar a tiempo la renta, son temas importantes y preocupantes.