Con la exhumación de Francisco Franco ha llegado una nueva revelación sobre el entierro del dictador el 23 de mayo de 1975. Se trata de una inscripción en su lápida: “Mayo 1958”.
Resulta que esta fecha coincide con el momento en que se empezó a planear el traslado de Primo de Rivera al Valle de los Caídos. Durante años se ha especulado sobre qué ponía en esta losa, y ahora el nieto del dictador, Francis Franco, lo ha revelado en laSexta Noche.
En mayo de 1958, se empezó a planear de manera oficial el traslado de los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, desde El Escorial hasta el Valle de los Caídos.
Por tanto, la inscripción confirmara que se fabricaron dos lápidas, un hecho que se debe, según algunos, a la posibilidad de un fallo en una de ellas. Además, la Comunidad Benidictina ha asegurado que se hicieron dos porque en la primera hubo un error en las medidas.
La segunda se utilizó 17 años después para cubrir la tumba de Francisco Franco. La cuestión ahora es si esa fecha confirma una teoría que ha sobrevolado durante años… la de que el dictador no quería ser enterrado en el Valle de los Caídos.
“El Gobierno tendría que ser transparente y echar alguna foto”, ha reclamado la historiadora Queralt Solé. Porque, ha afirmado, “entonces es cuando no caes en revisionismos”.
Por su parte, el nieto del dictador ha declarado que esto confirmaría, a su juicio, que la decisión de enterrarle en Cuelgamuros se improvisó.
En 1958, ha argumentado, su abuelo “no estaba cerca de morirse”. “Se hizo todo deprisa y corriendo. Hubo varias lápidas para José Antonio Primo de Rivera”, aseguró.
El cuerpo del fundador de la Falange sigue enterrado en el Valle de los Caídos, y, según el Gobierno, no se va a exhumar. “José Antonio es víctima —de la Guerra Civil— y podrá estar en este lugar”, confirmó la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo.
El Ejecutivo sigue estudiando cómo dar una resignificación al Valle de los Caídos.