Este pueblo solo tiene dos formas para acceder a él
España tiene muchos pueblos con encanto único, pero algunos son reconocidos por su belleza o aspectos variopintos como su accesibilidad. Bulnes es un pequeño pueblo ubicado en el corazón de los Picos de Europa, en la parte del Principado de Asturias. Conocido por ser el punto de partida de la ruta de senderismo que lleva a un idílico paraje enclavado en plenas montañas, a este solo se puede acceder de dos formas, a través de un funicular o por senderos de montaña.
El precio de la primera opción ronda los 22,16 € para subir y bajar del lugar, mientras que el segundo consta de una pequeña travesía de cuatro kilómetros, cuya duración depende del ritmo de la persona, aunque no se suelen superar las dos horas de subida. Asimismo, estas dos alternativas son las únicas formas de acceder al sitio, por lo que se depende de un estricto horario si no se desea volver por el bosque cuando haya poca luz o quedarse a pernoctar en alguna de las casas rurales.
Si bien, el pueblo consta de tan solo 34 habitantes, la media de población permanente ronda las 20, que aunque sean pocos, ofrecen varios servicios a los visitantes como alojamiento y comida. Al encontrarse en mitad de las montañas, la altitud alcanzada es de los 650 metros sobre el nivel del mar y el entorno conforma un ambiente perfecto para la realización de actividades como el senderismo o la escalada, perfectas para todos los públicos.
Cabe destacar que cuenta con una pequeña iglesia del siglo XVI y algunas casas tradicionales que denotan la arquitectura típica asturiana de los pueblos de alta montaña, que junto con la frescura que otorga el río Tejo, que pasa por el medio del pueblo, crean una experiencia inolvidable.