Aquí está prohibido morirse
La vida tiene una contraparte que es la muerte, el final de un camino que pone el punto y final a la historia de una persona. Si bien hay muchas causas por el cual cualquier ser vivo puede morirse, el tiempo y el lugar parecen cobrar bastante importancia en un pequeño pueblo noruego, situado en el archipiélago de Svalbard. Longyearbyen tan solo tiene 2.642 habitantes y una extensión bastante reducida, pero se ha hecho muy conocido por tener una ley oficial que prohíbe morirse en el municipio o los alrededores.
Esta extraña ley que data del año 1950, se pone de manifiesto que todo vecino del lugar o turista deberá emigrar antes de fallecer. Según los expertos, esto se debe a una causa de salud pública, puesto que el pueblo se encuentra a una temperatura muy baja que no supera los 18 grados de media en todo el año, por lo que a pesar de enterrar los cuerpos en el cementerio, estos no se descomponen y pueden suponer un riesgo para los habitantes. No obstante, todavía se pueden cremar los cuerpos y guardar las cenizas.
Cabe destacar que todo esto surge tras el descubrimiento de un señor que habría muerto en el 1917 y seguía en perfecto estado, conservando el virus congelado que lo mató, de modo que por prevención se ha prohibido morirse allí.