Los hechos han tenido lugar en una granja al norte de Holanda y todos los medios se han hecho eco de la noticia.
Una familia compuesta por seis hermanos, jóvenes comprendidos entre 18 y 25 años, y su padre se pasan nueve años encerrados en un sótano esperando el fin del mundo.
El hermano mayor pidió ayuda en un bar de la localidad para poner fin a la situación en la que vivían. Cuando el joven acudió al solicitar ayuda, se encontraba desconcertado y desaliñado.
Tras alertar a las autoridades que acudieron al lugar, se encontraron bajo la escalera de la granja detrás de una despensa un sótano, en el que estaban los seis jóvenes y el padre de estos enfermo.
Parece ser, que todos ellos vivían en ese sótano encerrados esperando el fin del mundo, únicamente salían a recoger comida del huerto para subsistir.
El terrible y, a la vez, siniestro suceso está siendo investigado por las autoridades holandesas, quienes han detenido a un ciudadano austriaco que se niega a colaborar para esclarecer el suceso.