En pleno invierno en el hemisferio norte, siempre se piensa que en el lugar donde se vive ‘hace un frío que pela’, pero hay zonas del planeta donde se llegan a alcanzar inimaginables temperaturas bajo cero. Este es el caso del pueblo más frío del planeta, donde se llegaron a alcanzar los 71,2 grados bajo cero. En Oymyakon, un pueblo ubicado al este de Siberia oriental, es habitual no poder salir a la calle más de 20 minutos.
Sorprendentemente, este pueblo es habitable, ya que, hay en torno a 900 personas que hacen su vida en él a pesar de vivir con una media de temperatura de -62 grados en el exterior. Los meses de frío extremo ocurren entre octubre y mayo, lo que obliga a los habitantes de este pueblo ruso a mantenerse ‘a cubierto’ en sus viviendas gracias a la calefacción gratuita y a los manantiales termales con los que cuenta.
Es tal el frío que hace en este pueblo ruso que el suelo está permanentemente congelado formando ‘permafrost’. Los animales también se quedan congelados del frío y los vehículos dejan de funcionar de manera habitual. Una forma diferente de vivir en uno de los lugares más extremos del planeta sin duda alguna.
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