Las autoridades del condado de Rockland en Nueva York, han prohibido a cualquier menor sin vacunar acudir a lugares públicos. La declaración de emergencia sanitaria estará en vigor durante 30 días. Esta medida podría ampliarse si no se consigue frenar el brote de sarampión que azota a la comunidad judía ultraortodoxa.
Este condado neoyorquino lleva desde otoño tratando de combatir el brote. Las autoridades ya había pedido a las familias de niños sin vacunar que se abstuvieran de llevarlos al colegio. La medida fue insuficiente ya que continuaron surgiendo nuevos focos.
Incumplimiento del calendario de vacunas
Esta política supone una medida más agresiva, pero necesaria, que las que habían sido adoptadas hasta ahora en todo el estado de Nueva York. El condado de Rockland, está situado en los suburbios de la ciudad de los rascacielos y cuenta con 300.000 residentes.
Entre las principales localidades afectadas por el brote: Spring Valley, New Square y Monsey, de mayoría judía. Las alarmantes cifras certifican que allí, ocho de cada diez vecinos no están vacunados.
Desde el condado, se justifica la medida por la dureza del brote, mayor en duración y amplitud que ningún otro. Según se puede leer en la declaración de emergencia: “Es un paso para proteger la salud pública” y “controlar” su propagación. Se define como lugar público, aquellos espacios en los que se pueden congregar más de 10 personas. En la definición quedan incluidos tiendas, bares, restaurantes, transportes y colegios. La restricción empezará a aplicarse la medianoche del 27 de marzo.
La vacunación la mejor solución
La vacunación, según los responsables sanitarios, sería la mejor vía de protección de toda la comunidad. Las autoridades sanitarias animan a todo el mundo a vacunar a sus hijos. La responsable de salud, Patricia Schnabel Rupper, ha declarado que “el sarampión es altamente contagioso y cualquiera que no esté vacunado está en riesgo«.
El temor, además, es que la enfermedad empiece a propagarse entre vecinos que son demasiado jóvenes para vacunarse o que por su condición física representa un riesgo, como las mujeres embarazadas. Insisten en que las vacunas son gratuitas. Y urgen a las personas que tengan síntomas a ponerse en contacto con sus médicos, “para prevenir exponer a otras personas”.
El debate sobre las vacunas otra vez sobre la mesa
El sarampión se había considerado erradicado en Estados Unidos hace dos décadas. Su regreso ahora, con más de 310 casos contabilizados por todo el país y Nueva York abre un viejo debate. El brote actual, que ya está siendo considerado como el peor en décadas, se atribuye al rechazo a las vacunas y a que el virus se importó de otros países. Eso explica que se propague con rapidez entre la comunidad judía ultraortodoxa.
Parece que primer niño, perteneciente a la comunidad judía de Nueva York, se contagió tras viajar a Israel. Lo mismo sucede en Ocean County, en Nueva Jersey. Las familias, pese a las directrices de sus líderes, aluden razones religiosas para evitar vacunar a sus hijos.