Cierto es que la mesa era un poco «ajustada» y que había muchos papeles, pero el gesto con el que el recién proclamado Carlos III de Reino Unido solicitó (o exigió) que le retiraran los tinteros y la bandeja de bolígrafos ha dado la vuelta al mundo y se ha viralizado en las redes sociales. Mucha campaña de imagen, años de querer «conquistar» a la sociedad y Carlos III lo ha tirado todo por la borda con este gesto despótico y enfado.
Dientes apretados, mirada de enfado… todo mientras todos los ojos del mundo le observaban en su proclamación oficial como Rey de Reino Unido.
Un punto en contra en la particular lucha de popularidad que mantiene contra su madre muerta, Isabel II, y su hijo, al que muchos aseguran habría sido mejor opción para la Corona.