Eric Clapton se ha convertido en el tema de conversación de mucha gente en varios países del mundo. Algunos lo tachan de «negacionista» por declarar los efectos secundarios que sufrió tras recibir la vacuna. En cambio, otros resaltan su valentía ante el discurso único instalado en la sociedad.
Todo comenzó cuando Clapton fue vacunado el pasado mes de febrero con la vacuna AstraZeneca. Según el artista inglés, después de recibir la primera dosis tuvo que soportar reacciones graves durante 10 días seguidos. Le dijeron que la segunda dosis llegaría 12 semanas después pero finalmente se la pusieron con tan solo 6 semanas de diferencia.
Tras esta segunda pauta, ha declarado que las reacciones fueron todavía peores que las de la primera dosis. «Mis manos y pies estaban congelados, entumecidos o ardiendo, y prácticamente inútiles durante 2 semanas» aseguraba Clapton. El guitarrista temía no poder volver a tocar nunca.
Además, Eric Clapton ha hecho público que padece neuropatía periférica y que, por tanto, nunca se tenía que haber vacunado. Pero él se vacunó porque todos los gobiernos y medios de comunicación hablaban de las bondades de la vacuna y decían que era segura para todo el mundo.
Ahora ha emprendido una guerra contra la vacunación masiva y las medidas por el covid-19 junto al artista irlandés Van Morrison. Según Clapton: «Vivimos bajo una autoridad arrogante, una tiranía». El año pasado ya sacaron una canción conjunta llamada «Stand and Deliver» contra el confinamiento obligatorio que implantaron los gobiernos.
La canción contenía frases como «¿Quieres ser un hombre libre o quieres ser un esclavo?». Clapton se lamenta de que recibieran el desprecio y la mofa de la mayoría de medios de comunicación y de las redes sociales. Pero Clapton lo tiene claro, va a seguir la estela de Morrison porque asegura que siempre ha sido un rebelde y que si no luchan, quizás la música en directo nunca más vuelva a nuestras vidas.
Eric Clapton ha asegurado con rotundidad que él va a seguir el camino de la rebelión pasiva y tratar de seguir la línea para poder amar activamente a su familia. Pero también asegura que le es difícil morderse la lengua con la información que ya sabe. Uno de sus mayores temores es la incertidumbre por el efecto que tendrá la vacuna en sus hijos.
Franco Dávila
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