La comida en los hospitales de Cuba no llega ni a la mitad del mes.
El 60% de los cubanos se queja de las instalaciones hospitalarias y de que la alimentación racionada no cubre ni la mitad del mes, denuncia un estudio del OCDH.
Unos 2,6 millones de hogares cubanos (66%) perciben menos de 2.500 pesos cubanos (100 USD) al mes; la mitad de éstos (1,3 millones de familias) viven con menos de 40 USD al mes, lo que significa que dichas familias, compuestas por tres miembros como promedio, deben sobrevivir con 1.33 USD o menos al día. Las cifras evidencian niveles significativos de pobreza en Cuba.
Los datos corresponden al Segundo Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, un estudio independiente elaborado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y que muestra la alarmante situación de los derechos sociales en Cuba.
El estudio revela que en los hospitales de Cuba:
● Alrededor del 80% de los cubanos tiene una situación de crisis económica severa o moderada en sus familias. Más del 40% de los entrevistados dice tener problemas para sobrevivir, y el 38% dice que cuenta con lo suficiente, aunque sin comprar algo extra.
● Alrededor de la cuarta parte de los hogares cubanos recibe remesas familiares desde el extranjero, lo cual ayuda al precario panorama nacional.
● Casi la tercera parte de la población habita en hogares de 40 metros cuadrados o menos (29%). El 63% de aquellos que viven en viviendas de menos de 40 metros cuadrados, son familias compuestas de entre 3 a 6 personas.
● El 46% de las viviendas del país necesita reparación o rehabilitación y el 5% está en peligro de derrumbe.
- Tres cuartas partes de la población (74%) califican su alimentación familiar como deficiente. Respecto al consumo de alimentos, la dieta de los cubanos se centra en arroz, legumbres y pan, los tres más mencionados.
- Para cerca del 70% de la población ha habido momentos sin acceso a algunos alimentos básicos de los que provee el Estado.
- El sistema educativo, considerado una de las conquistas del régimen, recibe una valoración general entre muy mala y regular, a partir de diferentes variables. El 55% califica entre regular y muy mala la calidad de las instalaciones educativas.