Benedicto XVI pide perdón por los abusos y errores de la Iglesia, declaración que ha realizado en una carta publicada, después de conocerse, un informe sobre los abusos sexuales a menores en Alemania. Benedicto XVI pide perdón y ha expresado su dolor este pasado martes, por todos los abusos y errores, que se han producido, durante su mandato y bajo su responsabilidad.
Benedicto XVI ha declarado «he tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica. Tanto más grande es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi mandato en los respectivos lugares«, a lo que ha añadido «cada caso de abuso sexual es terrible e irreparable. A las víctimas de abusos sexuales va mi más profunda simpatía y lamento cada uno de los casos».
Benedicto XVI pide perdón después de la divulgación de un informe sobre abusos sexuales a menores en Alemania
En la mismo informe se afirma que Benedicto XVI , de 94 años, estuvo al corriente de cuatro casos de curas pederastas, cuando era arzobispo de Múnich. Además de su petición de perdón, Benedicto XVI niega en un documento publicado, cualquier acusación y conocimiento de los hechos, que se narran en el informe divulgado en Alemania.
Además explica que «se produjo un descuido» en su participación en el Ordinariato (reunión de obispado de Munich y Freising) del 15 de enero de 1980, reunión en la que se trataba acerca del traslado de un sacerdote acusado de abusos a menores, Peter H., quien después volvió a cometer abusos en la archidiócesis de Múnich, lo que motivó que fuera trasladado de nuevo. En un principio Benedicto XVI, afirmó que el no había participado en ésta reunión, para después negarlo, comentando que se había cometido de un error.
Respecto a éste descuido Benedicto XVI ha declarado, «este error, que desgraciadamente se ha producido, no ha sido intencionado y espero que sea disculpable«, añadiendo que le ha «sorprendido profundamente» que este hecho haya hecho dudar de su veracidad y que se le haya podido ver «como un mentiroso«.
Y finalmente termina la carta afirmando, «pronto me enfrentaré al juez definitivo de mi vida. Aunque mirando hacia atrás en mi larga vida puedo tener muchos motivos de temor y miedo, sin embargo, tengo un estado de ánimo alegre porque confío firmemente en que el Señor no sólo es el juez justo, sino también el amigo y hermano que ya ha sufrido él mismo mis carencias y es, por tanto, como juez, al mismo tiempo mi abogado«.
Mar Morais