Encuentran el cuerpo de un bebé muerto en una cárcel

Según varias versiones, el pasado lunes 10 enero hallaron el cadáver de un bebé en el basurero de una cárcel de México. Dicho hallazgo conmocionó a todo el país entero y, según las distintas versiones del caso, el bebé tendría entre tres días y tres meses de edad.

En un principio, se pensaba que el bebé habría nacido dentro de la cárcel o que habría sido asesinado en el interior cuando ingresó en una visita familiar, pero más tarde, la versión del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, confirmó que el bebé no habría nacido dentro de dicha cárcel y que el cuerpo presentaba una herida en el pecho.

La investigación del hallazgo del cadáver en la cárcel

Según las últimas investigaciones que se han hecho sobre el asunto, el cadáver del bebé habría sido exhumado de un cementerio de la capital, según un comunicado que publicó el pasado sábado la Fiscalía General del Estado de Puebla. Los agentes identificaron a varias personas con los mismos apellidos que el bebé, ya que este tenía una cinta en su tórax que le identificaba. Tras entrevistar a dichas personas, vieron que ninguna de ellas tenían relación de parentesco con el bebé.

Durante la investigación, tuvieron conocimiento de que una persona mencionaba, a través de las redes sociales, que el bebé podría tener relación con la exhumación del cuerpo de un menor en el cementerio de Ciudad de México.

En ese instante, se pusieron en contacto con los padres de aquel menor fallecido e hicieron las investigaciones pertinentes y, tras llevar a cabo una prueba genética con muestras de los tres implicados, descubrieron que el bebé formaba parte de aquella familia. Tadeo, que así es como se llamaba el bebé, falleció el pasado 5 de enero por complicaciones intestinales.

Fase final de la investigación

Aunque aún no se ha resuelto el caso, la Fiscalía ha detenido a 21 funcionarios por introducir el cuerpo del bebé en la cárcel. Los delitos por los que se les investiga son: abuso de la autoridad o incumplimiento del deber, infracciones a las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y encubrimiento.

La autopsia que se le practicó al cuerpo del pequeño, advirtió que, aunque conservaba todos sus órganos, presentaba una herida de unos siete centímetros, y aunque las primeras sospechas apuntaban a que Tadeo habría sido usado para introducir droga, esa línea quedó descartada al averiguar que dicha herida había sido producida por la operación a la que se le tuvo que someter por los problemas intestinales que le provocaron la muerte.

Ahora, todo apunta a que habrían robado el cuerpo del bebé para llevar a cabo prácticas relacionadas con brujería o santería, pero aún no se puede confirmar nada ya que la investigación sigue su curso.

Inés Alonso