Con los nuevos cambios propuestos por la DGT, las autopistas españolas pasarán a ser de pago para el año 2024. Con el fin de regularizar el precio se ha creado un sistema para que el usuario solo tenga que abonar la cantidad justa según el número de kilómetros recorridos. Este método es conocido como free-flow y utiliza la tecnología para agilizar el proceso en los peajes y así, mejorar la circulación en carretera. A pesar de ser algo innovador en España, ya se está utilizando en otros países como Noruega, Suecia o Irlanda, entre muchos otros.
Para la implantación de este sistema free-flow en nuestras carreteras, la Unión Europea ha destinado unos fondos que se contemplan en el proyecto «Next Generation», los cuales se pondrán en marcha el próximo año si las negociaciones salen adelante. Poco a poco, los peajes físicos desaparecerán y, en cambio, tendremos una especie de arcos que irán tomando datos, tales como la matrícula. Estos dispositivos se irán colocando en distintos tramos y servirán como método de pago, de modo que, se fichará al coche y se le cobrará instantáneamente en la cuenta que haya puesto en la aplicación, que será obligatoria descargarla.
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