Novak Djokovic hace historia ganando su décimo Open de Australia frente a un decepcionante Tsitsipás
Novak Djokovic tenía una cita con la historia y como viene siendo habitual en él, no falló. El tenista serbio venció en sets corridos (3-6, 6-7, 6-7) al joven Stéfanos Tsitsipás en una final donde el heleno volvió a sucumbir frente a una de las ‘bestias’ de la historia del tenis. Nole no olvidará su décimo entorchado en el primer ‘major’ del año por muchas razones, siendo una de ellas que el año pasado se le negó la participación al no estar vacunado contra el COVID-19 y que gracias a vencer al griego ha podido igualar a Rafa Nadal en Grand Slam ganados con 22 títulos.
Nole, consciente de la presión y de las expectativas que había puestas en él, no decepcionó en su torneo predilecto, sacando de la pista a Tsitsipas desde el primer momento del partido. Es más, el tenista griego tuvo en su mano llevarse la segunda manga al contar con una bola de set, pero Djokovic supo sobrevivir en la pista para acabar llevándose ese caótico segundo set en el tie-break.
Al griego le tembló la mano en más de una ocasión y es que, a pesar de no ser su primera final de Grand Slam, parecía un novato frente a un Nole más que entonado. Bien es cierto que el recuerdo de Tsitsipas no es el mejor en estas citas, teniendo en cuenta que Nole le remontó 2 sets en la final de Roland Garros, siendo un duro golpe para él en su carrera.
Djokovic se emocionó junto a los suyos al ganar su Grand Slam número 22
Hablar de Djokovic es hablar de un ser inhumano sobre la pista de tenis, siendo uno de los mejores jugadores de la historia si no el mejor ya que lo números así lo demuestran. Su mentalidad ganadora le ha llevado a convertirse en lo que es y a seguir luchando a sus 35 años por ser el jugador con más Grand Slam ganados en la historia de la conocida como ‘era Open’.
Las lágrimas de Djokovic se entienden mejor si recordamos por lo que pasó hace un año. El no estar vacunado contra el Coronavirus llevó a Nole a perderse importantes torneos, desde el Open de Australia y el US Open hasta aquellos M1000 que se disputaron en tierras norteamericanas. Una situación límite que podía haber hundido a Nole, de no ser porque el serbio tiene una mentalidad ganadora única.