Bicho se ha convertido en una pieza fundamental en la creación de juego de la Cultural
Que Javier Fernández Abruñedo ‘Bicho’ es uno de los jugadores con más calidad y talento de la plantilla de la Cultural es una realidad conocida por todos. Pero también es cierto que, a raíz del buen rendimiento que mostraron Diego Barri y Sergi Maestre formando pareja en el centro del campo durante la primera vuelta, su presencia en el terreno de juego, al igual que la de Kevin Presa fue disminuyendo sobre todo a domicilio, donde en campos como el de Espiñedo, Reina Sofía, Nacional de Andorra, Barreiro, Nou Estadi Costa Daurada o Lasesarre contó con tan solo 129 minutos al no partir de titular en ninguno de ellos.
Pero todo cambió para Bicho en Irún, un campo que, a priori, no parecía ser propicio para su juego pero donde llegó a dar la talla y mostrar esa versión que encandiló al culturalismo durante la pasada campaña. Fue a partir de ese momento cuando le comenzó a poner las cosas más difíciles a Raúl Llona, teniendo en cuenta que con el nivel que venía mostrando el de Sada cada vez le era más difícil decidir a quién poner en la medular, siendo el ex del San Fernando el elegido para ser uno de los titulares en seis de los últimos ocho encuentros.
Tan solo fue en Las Llanas donde Bicho no contó con un solo minuto, teniendo en cuenta que, por las condiciones en las que se encontraba el terreno de juego, era imposible jugar por abajo, optándose durante todo el encuentro por el juego directo. Sorprendió más su suplencia frente a la Real Sociedad B en Zubieta, un campo que estaba en perfectas condiciones, y que pedía al gallego como el comer.
Fue él quién revolucionó el partido desde el banquillo, ayudando a Chacón en la creación de juego, algo que echó en falta la Cultural durante un amplio tramo del encuentro. Razón por la que se demuestra que tanto él como Kevin Presa son fundamentales en este equipo y en el gran nivel que están mostrando en este inicio de año, ya que siguen siendo uno de los equipos invictos por algo.