Catedral de León
Tanto las vidrieras de la Catedral de León como el órgano, guardan secretos y cuentan historias que a pesar de los tiempos no prescriben. Estas dos piezas fundamentales de una de las construcciones más hermosas del mundo, según los leoneses, figuran y figurarán en los libros del historia para siempre.
La Catedral de León es uno de esos tesoros que nunca puedes dejar de visitar. Una de las joyas más valiosas de Europa que marca y deja una huella a quien visita la tierra leonesa. Un lugar lleno de secretos, historias y leyendas que nunca terminan y van marcando los puntos clave de las diferentes épocas de León.
Uno de los apodos de esta fantástica y maravillosa edificación gótica es «la Pulchra Leonina», la Bella Leonesa es una de las catedrales de estilo gótico más descatacas y hermosas tanto de España como del mundo. Una catedral que sin duda para cualquier leonés es la más elegante, bella y hermosa del planeta.
Esta joya leonesa está compuesta por cientos de vidrieras que suman un total de 1.800 m2 de vidrieras con el impresionante montante de 737 vidrieras que envuelven todo en una gran atmósfera de luz y color inigualable. Esas vidrieras a su vez forman el segundo conjunto de vidrieras medievales del mundo, estando en primera posición la catedral francesa de Chartres. Además, las vidrieras de la Catedral de León son más extensas que el número de piedras que componen este monumento leonés, una curiosidad que muchos desconocen.
Algunos de los maestros vidrieros que trabajaron en las vidrieras de la Catedral de León en el siglo XVI fueron Diego de Santillana y Rodrigo de Herreras, sin embargo el gran vidriero fue el Maestro Arquer y el obispo Juan de Villalón.
Otra de las curiosidades de este tesoro leonés, es el órgano de la catedral. Un órgano que tiene mucha historia detrás pues en el año 1966 en el mes de mayo, cayó un rayo sobre la catedral que destrozó una parte del techo al tiempo que provocó un incendio. Para apagar el fuego, utilizaron agua y ésta, por accidente, provocó un dañó irreversible en el instrumento. Curiosa y afortunadamente las vidrieras de la Catedral resultaron intactas pero no el órgano, que jamás pudo repararse y estuvo décadas dañado.
En el año 2010, 44 años después, se empezó a construir un nuevo órgano, un órgano que se terminó por completo en el 2013 y que tuvo como objetivo desde que se empezó a construir, ser uno de los órganos de mayor tamaño y mejor de toda Europa. Un órgano que pudiera competir con los mejores y más conocidos. Cabe destacar, que una vez terminada su construcción hace 9 años, tardaron casi medio año en montarlo.
Este impresionate órgano compuesto por cinco teclados y ocho fachadas y es un tesoro único de León y del mundo al que le le acompaña una acústica sobrecogedora. Es tal su explendor que los grandes intérpretes que han podido posar sus manos sobre él, no han encontrado palabaras para definirlo.
Estos son otras de las maravillas que tiene León y que no debes pasar sin visitar.
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