Cada vez nos encontramos con más empresas que optan por ofrecer este sistema de vacaciones ilimitadas, el cual parece muy bueno hasta que descubrimos el horror que representa para los trabajadores.
En EE.UU. son cada vez más comunes, este sistema de vacaciones ilimitadas permiten que los empleados gocen de total libertad a la hora de configurar las fechas de sus vacaciones y la duración de las mismas, siempre que se coordinen con el resto del equipo para poder mantener un nivel de trabajo en la empresa óptimo. Al hacer que sea el empleado quien lo decida, y quien deba mantener todo en orden para que la empresa no note su ausencia, es cuando el veneno de esta práctica sale a la luz.
Por lo general, los empleados, sienten una gran presión sobre sus hombros, con el objetivo de no perjudicar a la empresa, muchas veces, optan por no tener las vacaciones, así en ningún momento faltan y no pueden echarles nada en cara. Esta práctica, como vemos, genera una gran desigualdad entre todos los empleados y un mal ambiente laboral. Las vacaciones ilimitadas solo logran que los empleados, por paradójico que suene, descansen menos y estropeen el ritmo y ambiente de la empresa.
José Sánchez
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