A menudo, nuestros pies sufren la sequedad en las plantas produciéndose grietas que a veces son muy profundas y dolorosas. Los pies secos normalmente producen grietas y durezas. En el caso de que no sean muy graves y haya que acudir al podólogo, hay numerosos remedios caseros para aliviar el dolor o la molestia y reparar las grietas de nuestros pies. Están expuestos a numerosas amenazas y cada vez pasamos más tiempo de pie y con calzado a veces no recomendable, eso sin contar la dureza del agua con la que nos duchamos según donde vivamos.
Cremas, una apuesta segura para reparar nuestra piel
Uno de los trucos más habituales a la hora de reparar los pies secos y agrietados son las cremas. Una de las más conocidas es Tractopon, que está indicada tanto para grietas y sequedad como para durezas también. Esta crema que lleva un 15% de urea sirve para recuperar, hidratar y suavizar las plantas y talones de nuestros pies. Se puede encontrar en farmacias y en formato pequeño únicamente cuesta unos 6 euros. Siguiendo con las cremas, también son recomendables las famosas Neutrogena o Nivea. También suelen dar resultado las cremas con urea para pies de la cadena Mercadona.
Otras sustancias que pueden ser beneficiosas para los pies secos
También hay otras sustancias parecidas a las cremas que la mayoría de las personas con pies secos recomienda. Entre ellas podemos encontrar la manteca de karité o una manteca corporal de chocolate que venden en Lidl. También la esencia de boswellia, el aceite de oliva, la rosa mosqueta o la vaselina. También el aceite de coco, tanto aplicándolo sobre la zona agrietada como ingiriendo una cucharadita en ayunas por las mañanas. Además, en las farmacias también se vende una pastilla de jabón, la más conocida es de la marca Neusc.
Remedios caseros: de la piedra pómez a la orina pasando por la cera de vela
Pero existe una infinidad de remedios caseros de lo más variopintos para los pies secos, desde el medicamento Vicks VapoRub, indicado para la tos, o la tradicional piedra pómez, que nunca falla. Pero también usar calzado cerrado en lugar de sandalias, un rascador, que lo puedes encontrar en Mercadona, o una lima eléctrica. Desde baños en agua caliente con sal, con vinagre o con enjuague bucal hasta rociarte los pies con tu propio pipí. Incluso algunos recomiendan echar cera de vela caliente en la grieta para sellarla. Después de aplicarse cualquier producto, también recomiendan cubrir los pies con calcetines de algodón o con film transparente y calcetines encima.
Franco Dávila