Los beneficios de las castañas
Con el frío, las castañas asadas son uno de los alimentos estrella junto con los churros o el chocolate caliente. Gracias a su facilidad de preparación, muchos aprovechan para hacerlas en casa, en vez de comprar los típicos cucuruchos de los tradicionales puestos callejeros con diseño ferroviario. Esta costumbre se ha introducido como parte de la cultura popular desde hace muchos años, aunque muchos historiadores aluden a que este producto no es originario de España y fue traído por los romanos.
Actualmente, Galicia es la comunidad con mayor producción de castañas del país. Un alimento que aporta vitaminas y minerales importantes, tales como la vitamina E, calcio, magnesio, potasio, hierro, yod, etc. Sobre todo, cabe destacar las propiedades antiinflamatorias que tienen, pero, cuyo consumo en exceso puede producir problemas de estómago, y ser especialmente nocivo para las personas con enfermedades de riñón o hígado.
Asar castañas y que queden deliciosas
Volviendo al tema, asar castañas es muy sencillo, solo hay que pillarle el truco para que queden deliciosas. Entre una de las claves más populares, está realizar un pequeño corte en diagonal sin quitar la cáscara, y luego, dejarlas en remojo durante 15 minutos, aproximadamente. Tras escurrirlas, se asarían en el horno a temperatura media-baja durante 20 minutos. Al sacarlas, es importante taparlas con un trapo para que se enfríen poco a poco, conservando el calor de forma natural y ayudando a que la cáscara se pueda quitar mejor.
Asimismo, los expertos recomiendan comerlas asadas para consumir todos los beneficios que aportan, dado que de esta forma, contienen más aminoácidos y más fibra.