¿Cómo evitar esto?
Tanto las personas con tendencia a una tensión baja como con riesgo a padecerla tienen que tomar una serie de precauciones en verano para evitar este tipo de incidentes tan desagradables.
- Beber líquidos con frecuencia. Lo más recomendable es beber agua debido a los riesgos de deshidratación. Las altas temperaturas aumentan la sudoración y hacen que se elimine una mayor cantidad de líquidos.
- Ingerir alimentos de forma calmada. Comer grandes cantidades de comida puede aumentar la probabilidad de que la tensión baje.
- No hacer un ejercicio intenso expuesto altas temperaturas. Esto puede motivar la hipotensión postural, es decir, que haya una descompensación entre el volumen de sangre de la parte inferior del cuerpo y el de la superior y pueda provocar que nos mareemos.
- Evitar salir en las horas de mayor calor.
¿Qué hacer si nos baja la tensión?
Hay varias medidas que permiten actuar ante una bajada de tensión que nos provoque mareos, incluso un desmayo. En primer lugar, deberemos buscar ayuda de manera inmediata, si esto le ocurre a personas de una edad avanzada deberemos buscar atención médica. En verano sube mucho la temperatura y hay que tener cuidado, porque, hay que hidratarse.